Ha sido su primer día de clase en un colegio nuevo. Estrena todo: ropa, zapatos, casa, hermano, abuelos… No estrena ni papá y ni mamá, porque eso son palabras mayores. Todavía nos tiene sin estrenar. A lo mejor nunca nos estrena, puede que decida dejarnos siempre envueltos en papel de regalo, este que nos han puesto en la institución: “Un papá y una mamá, toma, te los regalamos, pequeña Y****., son para ti, no te hemos preguntado si los quieres, solo te los damos”. Y nos ha mirado, ha fruncido el ceño y después ha sonreído.
Al colegio sí le ha quitado el papel de regalo porque dice que allí se aprenden muchas cosas, pero al salir, venía disgustada. En clase todo el mundo le preguntaba: cómotellamascómotellamascómotellamas… y eso no le ha gustado. Va por la calle y ve un perro grande, se esconde detrás de mí, porque aunque tengo el papel de regalo puesto, soy un escudo de bastante calidad. En cualquier caso, el escudo bueno, el bueno de verdad, ese lo lleva a cuestas siempre. Un cuerpo duro, fuerte, ágil, rápido, sabio, antiguo, con una coraza enorme.
Ha salido disgustada del colegio porque todo el mundo le ha preguntado a la vez cómo se llama y porque un niño ha dicho: “¡Es negra!” refiriéndose a ella. Negra. Llegó la palabra. En el primer día de un colegio al que acababa de quitarle el papel de regalo. Negra.
-Me han dicho negra y a mí no me gusta que me digan negra, porque yo no zoy negra, zoy marrón.
-No te preocupes, Y****.-le ha dicho su hermano, ya estrenado y jugado- que a mí me dicen blanco y soy de color carne.
Después hemos leído a Victoria Santa Cruz, y la hemos visto recitar gritando: “Negra, negra, negra…” como solo una negra puede gritar negra. Sus ojos hipnotizados clavados en la pantalla y el hermano estrenado impresionado ante el poema, el ritmo y la negritud. Entonces, ha decidido: “Vale, yo zoy negra”. Así que, pequeños racistas de patios de colegios estrenados, allá va mi pequeña… y es negra.
Qué auténtica delicia es descubrir esa maternidad tan libre con tus ojos. Te sigo con auténtica fruición. Sería bonito que pudiéramos plantearnos así la crianza, siempre, aunque se nos estrene en el parto. Yo suelo recibir miradas atónitas porque tengo dicho que, si paro y tengo pareja, quiero amamantar con biberón, para que la criatura pueda tener dos madres, sea quien sea mi pareja. Pero qué hay más bonito que dejar a la criatura elegir, disfrutar por dos, descubrirse, la maternidad debería ser eso. Tu relato cotidiano me está dando muchas esperanzas con respecto a lo posible de mi idea de maternidad. Gracias por eso 🙂
Vega, si te decides por una maternidad no biológica y necesitas información, no dudes en contactarme. La acogida familiar (permanente o de urgencia) es una opción preciosa, gratuita, rápida y muy, muy necesaria.
Y gracias por leer!
Muchísimas gracias por el ofrecimiento. Es una opción que no descarto para nada, aunque no sé si me queda un poco grande. Sin duda si puedo acceder a ella toda la ayuda vendrá bien. 🙂
Hola Vega! Simplemente quería comentar que si pares y tienes pareja, el bebé podría tener dos madres como deseas, y mamar de cuatro tetas 🙂 lactancia inducida en tu pareja. Un regalazo.
No comento nunca pero quería darte las GRACIAS. Me he emocionado mucho.
Gracias!
Precioso post, precioso vídeo, preciosa actitud la tuya, y gracias por compartirlo. Un besazo.
😉
Qué bonito, Ali. Uno como yo —que ha tardado 40 años en entender y aceptar su muy específica «negritud»: lo que es, lo que ha sido, y la propia y única manera de evolucionar que uno tiene— no puede sino emocionarse con lo que relatas. Eso que has hecho, y cómo lo has hecho, no sólo es un regalo (que no va envuelto en ningún papel) sino que, diría yo, es hasta estético: tiene la belleza de los gestos hermosos. Enhorabuenas, y mucha suerte y fuerza. A ver cuándo puedo conocer a la niña. Besotes.
Gracias Emiliano!
Muy bonito, Alicia. Gracias por expresarlo así de bien. Comparto tus emociones, porque también tengo un pequeño negro maravilloso, que me alegra la vida y aguza los sentidos! 🙂
hola Alicia… que bonito! que esperanzador… con lagrimitas y todo… todo lo bueno para tu familia ❤
Muy bonito. Mi familia también es multirracial. Una pequeña africana está en nuestras vidas y también se enfrentó a su primer día de cole el año pasado. Ella a sí misma también se llama marrón, exactamente dice que es marrón chocolate, y yo que soy vainilla. Sabe que somos negra y blanca, pero considera que no es del todo cierto. En mi casa no existe el color carne… ya que no es un solo color, son muchos colores.
Lo bueno de estas pequeñas es que tienen mucha dignidad y precisan de poca ayuda ante las pocos malos comentarios que pueda haber. Su experiencia siempre fue genial con sus compañeros y amiguitos de parque. Y espero de corazón que siga siendo así.
Ole. Qué pedazo de empoderamiento regalado por su mamá. Toma referentes mi amor. Amor del bueno.