Fotograma de la película «Vagina dentada»
El cuerpo ¿Qué tendrá el cuerpo que nos pone tan nerviosxs a todxs? Las personas que más me han inspirado desde que era pequeña, las que gestaron mi rebeldía, las que me inculcaron las ansias de cargarme este mundo y reconstruir uno que funcionase mejor, esas que fueron siempre por delante de mí, de las que mamé, mis antecesoras, las ancestras, las que me hacían sentir aprendiza… se bloquean ante el cuerpo. Revolución laboral, legal, social, craneal, viral, pero no corporal.
Me preguntan a menudo eso de “Tú eres de las que empezaron a follar tarde con mujeres ¿verdad?” Y el otro día respondí “No miré el reloj, no sé qué hora era”, no tanto por hacerme la graciosa, es más bien porque ya no sé qué responder. Es el bollerismo de pata negra, el de pedigrí. Que yo lo entiendo todo, oiga, que entiendo la necesidad de visibilizar su lucha, que no es la mía, pero ante todo está la autodeterminación, más que nada porque suelen ser precisamente ellas la que me piden la definición y el carnet, así que…
…creo que escribo este post para dejar clara mi situación sexual. Un poco para que lxs cotillas descansen y otro para que me dejen descansar. Porque ya está bien, digo yo. Vamos a ver, para que nos entendamos rápido: me follo lo que se me ponga por delante, siempre que sea mayor de edad y se deje, lo cual, últimamente, no suele ocurrir a menudo, por lo que ligo más bien poco. En cualquier caso me es completamente indiferente el género de mis amantes, solo me interesa que entre nosotrxs haya un buen calentón. Comparto mi vida cotidiana, mi casa, mi cama, mis facturas, mi descanso, la crianza de mi hijo y mi proyecto de vida con un hombre fantástico, que socialmente se visibiliza como tal, que nació con rabo y gracias a él se ve privilegiado en esta sociedad como varón, igual que yo me veo privilegiada cada día como esposa heterosexual, blanca y madre de un hijo precioso. Somos una familia nuclear sí, pero cada día eso nos supone un replanteamiento tras otro: rompimos la monogamia desde el primer día, informamos a nuestro hijo de que nos obligaron a ponerle un nombre de varón pero que puede elegir ser lo que quiera (él se autodefine “niño” y así lo hemos respetado), establecimos un régimen fiscal que no perjudicase mis contribuciones en la seguridad social, ni beneficiase a David y un largo etc. Esto es un curro, os lo puedo asegurar y es mucho, mucho más de lo que hacen muchas parejas de lesbianas de pedigrí que conozco. Porque la heterosexualidad no es simplemente dos personas con diferente genitales que se unen, no, la heterosexualidad pasa también por dos personas gays que se pertenecen y se controlan una a la otra o una pareja de lesbianas que se espían los mensajes en el móvil y se hostian después de las asambleas feministas.
David y yo no descansamos, no nos damos tregua. Soy blanca, europea, alta y tengo un maromo a mi lado muchas horas al día, es cierto, pero me replanteo mis privilegios cada segundo de mi existencia y, en la medida en la que me es posible, renuncio a ellos (a los que puedo, a los que me dejan). Sé que esto no es suficiente para convertirme en la otredad pero espero que sea bastante para que me dejen de tocar las narices los pura raza de la periferia social.
El 26 de abril pasado nos juntamos unas 30 mujeres y varios chicos trans en un local de Madrid para tocarnos, y ya. Solo eso. Porque el placer no puede ser olvidado ni postergado como una reivindicación de segunda. Es el cuerpo, el cuerpo, el cuerpo ¡El cuerpo! ¡EL CUERPO! Ese es el espacio a conquistar. Estábamos todas desnudas y nos tocamos mucho. Dos de ellas me hicieron gozar especialmente. Con las demás me sentí siempre a gusto, cómoda y feliz. Había mujeres de todas las edades, algunas podían haber sido mi madre, las funcionalidades también fueron diversas, los cuerpos, todos disidentes. Espero que este post moleste e incomode a mucha gente. Mi vida sexual es monstruosa.
Pues a mí me parece que tu vida, la sexual y la no sexual, es, sobre todo, intensamente tuya.
Y sonará a perogrullada, pero no lo es.
Besos
Ole! me ha encantado! (y soy lesbiana, fuí hetero y seré lo que me de la gana…) las heteros feministas hacéis un curro estupendo y difícil… gracias!
Terriblemente monstruosa, aberrante, desmesurada, grotesca…
Enloquecedora y envidiable.
Sigo sin entender la obligatoriedad de definirse sexualmente, me recuerda a bandas de música que revientan el panorama con un single y empiezan a entrevistarlos en todas partes: primera pregunta, ¿cómo os definís? Pop? Rock? … » somos un grupo cañero de rock & roll,inspirado en los grandes del jazz pero con un toque punk y hard core, aunque no le hacemos ascos al hip hop ni al regaee. El guitarra baila tangos, el bajo canta por bulerias y yo meneo el cucú con el perreo y el regaeeton. Entonces llega un purista del rock con pedigrí y les acusa de que eso no es música. Pues mira… Pa ti la perra gorda! Yo paso de la etiqueta y me molan las cosas monstruosas!
Que me gusta tu monstruo!
Raro y especial. Hermoso e incomprendido en muchos espacios, aun, ¡qué pena! eso tan rico de dejar que la piel se exprese en otra piel. Tocar y dejarse tocar en ese lenguaje propio aprendido en la calle.
Los cuerpos, hoy, aun, no tienen más opción que la disidencia, para defender su lengua y su territorio.
Que me gusta también cómo arrancas las etiquetas de tus ropas!
Dice mi cuerpo que te manda una caricia … y hace tiempo ya que le escucho, así que ahí te va.
Tu honestidad es increible, y personalmente la encuentro vivificadora y, lejos de perturbarme, me hace respirar más tranquila. Existe mucha hipocresía en los temas sexuales, mucha gente operando en la sombra o reprimiéndose, incluso inconscientemente. Y jodiéndonos a los demás, que tratamos de ir abiertos por la vida y vivir en PAZ.
Hola a todas, gracias por leer y comentar.
Rocío, yo no me defino como hetero.
Miles de besos!
A mí me ha molestado basicamente porque nadie me invitó.
Suertuda
pero si lo anunciamos por todos lados!!!
Qué valienta! Felicidades por este post, querida Alicia!
Tu incondicional Kori
Brava!
Lo peor no es que la gente pregunte para ver cómo te etiqueta, lo peor es que muchas veces lo dan todo por supuesto… como tiene que ser, ufff
Monstruosa en el sentido peyorativo? A mi me parece que tu actitud es monstruosamente honesta con tus necesidades! Me ha encantado tu post, como casi todo lo que escribes!