Las mujeres Inuit de Groenlandia y Siberia vivían sin hombres durante largos periodos al año ya que ellos se dedicaban a la pesca. Durante todos esos meses, estas mujeres esquimalas vivían entre ellas, se acompañaban, se ayudaban, se amaban y… cantaban. Son las creadoras y únicas ejecutoras de una de las más difíciles técnicas vocales existentes. La interpretación del llamado “canto de garganta” consiste en un juego por parejas cuyas estrictas pero sencillas reglas, hacen necesaria una destreza brutal, en aspectos tanto rítmicos como de coordinación y escucha, y que incluyen, entre otras maravillas, la respiración circular durante la competición (para que nos entendamos, tener la habilidad de no parar de cantar nunca, ni si quiera para tomar aire). Según tengo entendido (aunque no he podido encontrar ningún documento audiovisual que lo ejemplifique) algunas mujeres eran capaces de emitir un canto común uniendo sus bocas: una emitía el sonido y la otra lo moldeaba en su cavidad bucal.
El resultado final de todo esto que os cuento es el de dos mujeres abrazadas ejecutando un canto ancestral, primitivo, sensual y brujo como pocos. Os dejo unos vídeos para que disfrutéis de esta maravilla de creación musical femenina, llena de una carga sexual tan brutal como mágica.