
Que el espacio público es aún propiedad de los machos es algo tan evidente para las mujeres que viven en nuestro país que huelga decirlo. Caminar por la calle con una minifalda es entendido por estos acosadores como una invitación a ser juzgada El cuerpo de la mujer, una vez más, es materia de opinión, incluso si se trata de una desconocida.
Este tema me jode la vida en especial por muchas razones. En primer lugar porque vivo en una ciudad en la que fácilmente se alcanzan los 45º C durante el verano así que lo normal es ir ligerita de ropa. A esto unimos el hecho de que odio el sujetador, prenda que me oprime, me da calor y me produce unos problemas de estómago bastante importantes. Por si todo esto fuera poco mido 1,75 m., es decir, en un país de bajitos/as como es éste, me cuesta la propia vida no llamar la atención. El cuadro es, pues, el siguiente: los tíos diciéndome guarradas y yo peleándome con todos porque, como ya sabéis, no me callo ni media.
Por todo ello en su momento cree esta web http://www.actiweb.es/premiossalivacion/ cuya iniciativa me hizo pasar muy buenos ratos el verano pasado. Ahora que empieza de nuevo la estación del despelote y visto que no tengo ninguna intención de ponerme el sujetador tampoco en el 2012 por mucho que se vaya a acabar el mundo, he decidido comenzar una nueva iniciativa: la identificación a través de este blog de mis acosadores callejeros con nombres, apellidos, fotos y/o vídeos siempre que me sea posible. En cada entrada dedicada al asunto explicaré en qué consistió la agresión, lugar, fecha, etc.
Por supuesto que os invito a participar. Si me enviáis material sobre vuestros vejadores callejeros estaré encantada de publicarlo.
Ahora mismo cuelgo el primero…
Sinceramente, lo de la ropa es lo de menos. En el trabajo, nos hacen vestir como monjas y tenemos que aguantar a un individuo así… con «invasión del espacio personal» incluida. Lo peor es escuchar a compañeras que no se atreven a denunciarlo y poner una queja formal en la empresa. Estamos educadas es que eso es lo normal en los tíos.
Me parece una excelente idea!
Sí, Anónima, tienes toda la razón. Pero debo decir que en verano las agresiones verbales callejeras son más frecuentes y desde que me he dejado el pelo largo me molestan más. Pero en cualquier caso te doy la razón, muchísimas veces voy con cuello vuelto y falda hasta los tobillos y los tengo que soportar igualmente.
Ánimo y a denunciar.
Besos, Anhelo!