El Sahara, como yo lo veo

Una imagen de las mujeres del Frente Polisario

Dice Silvia que ser mujer (o ser hombre) no es más que una performance. Y la historia es que ser cualquier cosa es eso, una performance. Llegar a lo esencial nos preocupa últimamente a siete mujeres que nos hemos reunido para averiguarnos sin nuestra parte social, sin nuestro rol, sin caretas (espectáculo nuevo, ya os contaré)… pero ¿No somos biológicamente sociales? ¿No es parte de nuestro ser más salvaje el unirnos en grupos ordenados con reglas? Hacemos luego de ello nuestra esencia y lo llamamos cultura, idiosincrasia, identidad, cómo queráis. A mí todo ello me parece bien y, sin ánimo de ser cínica, que cada cual lleve su cultura por bandera todo lo que le dé la gana mientras que no se dañe a nadie. En España tenemos gloriosos ejemplos de tocadores/as de narices de ese tipo. Paso de nombrarlos que luego me encuentran en Google y se me pone el blog Sálvame de luxe. Eso me aburre y me estresa al mismo tiempo. Hay que ver cómo me enrollo, si lo que he venido a contaros hoy es que lo del Sahara es todo mentira. Allí lo que de verdad hay no es orgullo patrio, ni por parte de Mohamed VI ni por el frente Polisario, lo que hay allí es mucha cara dura, mucho abuso de poder, muchos intereses económicos y hambre, hambre por un tubo. También hay comeduras de tarro a adolescentes para que se pongan en primera línea de fuego y se dejen pegar un tiro en el riñón. Francia o España basta que se coma, dicen los italianos. Y eso es lo que hay. Si mañana Noruega invadiese Marruecos o la región del Sahara y a cada habitante le ofreciese un puesto de trabajo, un sueldo y sanidad y educación digna para todos, entonces los polisarios y Mohamed VI iban a tener que dejar las banderitas de colcha cubrecama porque, de repente, la peña se iba a volver noruega como por arte de magia. Nieve iba a caer en Jma Fna, lo que yo os diga. Un compañero del curro que es natural de Aaiún me contó que en la frontera con Argelia la peña se juega la vida. Pasa dos veces corriendo bajo la lluvia de metralla, una para allá (y se convierten en refugiados) y otra para acá (y se convierten, de nuevo, en marroquíes), porque Mohamed VI a los que se escapan del campamento los recibe con los brazos abiertos: les concede un alto cargo en el ejército o un trabajo en la administración, casa y comida garantizada para muchas generaciones. Y a tomar por culo la identidad. Y yo, si tuviese las agallas, haría lo mismo en una situación como esa porque no podría ver morir de hambre a mi hijo (o de un tiro encima del culo) en nombre de ninguna nación, por muy biológica o muy social o muy arraigada que esté.

6 comentarios en “El Sahara, como yo lo veo

  1. gracias alicia por tus reflexiones;me importa mucho la opinión inteligente de alguien que ha vivido en aquella tierra que es Marruecos y conoce la idiosincracia del pueblo marroquí para saber de verdad verdad lo que está pasando, sin flitros, sin caras politicamente correctas; sólo la verdad que es lo que me interesa. una vez más, gracias por tu blog. Un saludo,
    Nieves

  2. Hola Nieves,
    ¿Qué tal, guapa? Bueno, esta es mi opinión que es bastante generalizable a cualquier tipo de nacionalismo. No quiere decir que no existan otros puntos de vista, pero el mío puede ser tan válido como otro.
    A ver si David (mi marido) se anima y deja algún comentario, él no piensa como yo y podría darle un poco de vidilla al debate.
    Besos y cuando quieras pega un toque y nos vemos que ya va tocando.

  3. pues deberiamos declararle la guerra a los noruegos o mejor aún a los EE.UU. de norteamerica y cuando vengan a invadirnos nos rendimos y todos tan contentos ¿pero como no se le habrá ocurrido esto a los inutiles que fingen que gobiernan el país?

  4. Verás, la cuestión es que los que fingen gobernar no están interesados en repartir ni en ceder ni un poquito del poder. El pueblo, en cambio, entre el hambre, el analfabetismo, el miedo a Alá y a la poli marroquí y el sueño de que el polisario les dará un Sahara mejor, andan bastante engañados.

    La identidad es un lujo de los que comemos todos los días y no deberíamos juzgar de «prostitutos» (como se ha dicho en Facebook a proposito de esta entrada) a quien simplemente busca sobrevivir y deja de lado esas banderas que tan fácilmente podemos hacer volar al viento desde la distancia europea.

  5. No estoy nada de acuerdo con tu prespectiva del conflicto saharaui-marroquí, hay muchas personas que se sienten saharauis y que son reprimidas dia tras dia por este hecho. ¿Que significa que lo del Sahara es todo mentira? Es una cuestión de dignidad. Está claro que la propaganda del régimen marroquí surge su efecto.

    Deberías informarte mejor antes de hacer un análisis tan simplista de un tema tan complejo:

    http://territoriosocupadosminutoaminuto.blogspot.com.es/2013/03/radio-maizirat-ofrece-resultados-de-la.html#more

    Por otro lado, las causas de pobreza y hambre en Marruecos tienen más a ver con el majzen y más concretamente con Mohamed VI, quien controla gran parte de los recursos y empresas marroquíes y se encuentra entre las mayores fortunas del mundo, mientras su pueblo se muere de hambre.

    Espero que este comentario sirva para avanzar en el debate.

    Gracias y un saludo,

    Amna

  6. Hola Amna. Este texto es muy antiguo y sale de lo vivido en Marruecos tras una relación laboral y personal con varias personas del Sahara y de Marruecos (viví en Marrakech varios años). Lo acabo de releer y creo que queda algo ambigua una idea, cuando digo: «lo que hay allí es mucha cara dura, mucho abuso de poder, muchos intereses económicos y hambre, hambre por un tubo». Personalmente atribuyo la cara dura, el abuso de poder y los intereses económicos a Argelia, Marruecos, Europa y un puñado de empresarios de varias nacionalidades. El hambre la atribuyo al pueblo del Sahara. Quizás se entiende bien, pero la verdad es que, por si las moscas, prefiero aclararlo. Por lo demás, todo lo que vi allí fue desesperación, hambre y ganas de vivir, o más bien, de sobrevivir. No pretendía frivolizar con el tema. Si lees más de lo que escribí durante mis años en Marruecos verás que el estilo es muy cínico. Necesité de ese cinismo para tirar para adelante. Fueron años muy duros para mí. Trabajé con niños en los suburbios de la ciudad, fue mi manera de protegerme.
    Ahora a veces leo cosas como este artículo y me doy cuenta de que hoy lo escribiría desde otra perspectiva pero no quiero borrar nada. Esa era yo en Marruecos, así sobreviví y así fui todo lo útil que pude.
    Me abstengo de hablar del Frente Polisario porque no me apetece, simplemente.
    La idea que intenté transmitir en este post es la capacidad de no rendirse de lxs saharauis. La gente que conocí de aquella tierra (igual que lxs marroquíes) era siempre gente llena de esperanza, capaz de atravesar un mar de tiros por dar de comer a su familia. Esos tiros provenían de ejércitos que hacían ondear banderas que no dan de comer. Solo eso. Perdona si te ofendí, pero, eso sí, por favor no me digas que es lo que debo hacer ni leer, porque tampoco me parece apropiado. Cada cual tiene su información y sus vivencias y tú no sabes cuáles son las mías ni como de informada estoy. Si quieres recomendarme lecturas no lo hagas desacreditándome porque no me conoces.
    Si te apetece generar debate me parece bien, pero de buen rollo ¿De acuerdo?
    Por otro lado, como habrás visto, existe un filtro para los mensajes. Te advierto desde ya que no te publicaré nada que no venga con buenas intenciones. Discrepa conmigo lo que quieras pero siempre respetando desde útero.
    Saludos.
    A

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