En los últimos días me siento inmune a Marrakech. No me duelen sus calles, no me enamora el calor de su cielo, la ignoro, somos como un matrimonio hastiado, lo nuestro no es más que desamor. Así son las cosas del corazón. Faltan sólo semanas para nuestra mudanza, volvemos a España y mi mente ya está en otro lugar, ya no vivo en Daoudiate ni trabajo en DT. Empiezo un nuevo proyecto que es viejo al mismo tiempo: la vuelta a la única ciudad donde me siento a salvo, Sevilla. Una de mis mejores amigas me augura sólo unos meses, no vas a aguantar aquí, me dice, llevas ya mucho mundo recorrido, Sevilla se te va a hacer chica, volverás a dar el salto, es imposible que te puedas volver a adaptar a esto. Quién sabe, a lo mejor tiene razón, pero la verdad es que yo tengo ganas de volver y mis planes son los de quedarme.
¿Qué será de este blog? Ni por asomo se me pasa por la cabeza dejar de escribirlo, me ha acompañado en tres continentes, me lo guardo. Lo que me pregunto es si os seguirá interesando a vosotros/as también. A pesar del sentimiento de derrota que me invade al pensar en Marrakech no puedo dejar de reconocer que todo lo que esta ciudad me ha dado ha determinado mi futuro, me ha cambiado para siempre. Mi vida estará plegada por Marruecos, yo no soy la que llegó desde Seattle hace dos años buscando gente de carne y hueso. Aquí este blog se ha escrito sólo. La vida me dictaba porque en África la vida te empuja cuando sales a la calle, existe una energía en este continente que te obliga a reconocerte ¿Qué escribiré desde Sevilla? ¿Otra vez sobre teatro? Después de todas las cosas que me han pasado vivir en una ciudad que conozco tan bien (donde domino barrios y líneas de autobuses, con mi familia y mis amigos/as cerca) será como pasear en bicicleta… demasiado fácil. Y sin embargo tengo tantas ganas de esa tranquilidad, vivir en un país donde todos hablan mi lengua, donde para tomarme un café con alguien sólo debo hacer una llamada… Qué ganitas de una vida de mi misma talla.
Hola Alicia, no entro ni salgo en si vienes o vas, solo te pido por mi parte que estés donde estés sigas con tu blog, un abrazo.
Nes
Los Bermudez Cervero también os esperamos con ganas. Pienso que lo importante del blog no es el lugar donde te encuentres, sino tú que eres quien lo escribe y nos transmites tu visión de las cosas. Aquí también hay mucha tela que cortar…