A mí me gusta el sexo. Supongo que ni más ni menos que a cualquier persona. Me gusta y ya, tampoco vamos a montar una feria. Por otro lado soy feminista de convicción y acción y por todo ello os digo una cosa: ando francamente preocupada por la salud sexual de nuestra sociedad.
¿Cuántas veces las mujeres tenemos que escuchar decir eso de: …bah, venga ya, a las tías no os gusta el porno? No me gusta esa frase, no me gusta tampoco el tonillo con la que la suelen decir porque es un tonillo que viene a significar aquello de todo lo que no se ajuste a la sexualidad masculina es frígido, ñoño y demasiado romántico para ser divertido. La cuestión es: cómo va a gustarme el porno si cada vez que me siento a ver una película las mujeres son calificadas de zorras, guarras, putas… si en internet los títulos de las webs de sexo suelen ser cosas como petardas, salidas, puritanas, babosas y un largo etc. de adjetivos peyorativos punto com. Cómo voy a consumir porno si las historias tratan de mujeres ansiosas de cumplir los deseos masculinos cual esclavas entregadas a sus amos, si la sola parte del cuerpo de los hombres que aparece en las fotos suele ser el pene, si la historia acaba siempre con la eyaculación masculina, si no se respetan los tiempos de excitación reales de las mujeres. Cómo me va a gustar el porno si está hecho para disgustarme y para disgustar a cualquier mujer. Quiero consumir porno y no puedo porque prácticamente todo está dirigido a hombres.
La vida sexual de nuestra sociedad va regulín. La desigualdad aflora por todos sitios. Los piropos que recibe una mujer por las calles de ciudades tan retrógradas en el arte de la seducción como (por poner un ejemplo y sin que nadie se me ofenda) Marrakech, Madrid o Sevilla, hacen siempre referencia a valores de inferioridad y suelen tener matices tremendamente paternalistas… de los groseros ni hablo. Petite gazelle, me llamaron ayer por Gueliz a pesar de que mi estatura (1,75 m.) hacía parecer Torrebruno al cutre-don-juan. Niña, es en cambio el término favorito para los patéticos, vulgares y poco originales piropeadores españoles. Quisiera yo medir mi madurez mental con la de cualquiera de ellos.
También el mundo sexual pertenece a los hombres, como el laboral, el político, el comercial, el nocturno… ellos han impuesto un ritmo, un mercado, unas pautas a seguir y esto me cabrea. Durante mucho tiempo intenté ir adelante con la idea de que no ofende quien quiere sino quien puede pero hoy ya estoy cansada de gastar energía en ignorar agresiones verbales, gráficas e incluso físicas. La dignidad la podemos llevar muy dentro de nosotras pero es justo también poder llevarla fuera y no tener que andar camuflándola con indiferencia.
Apreciada Alícia, me permito (espero no sobrepasarme) de indicarte donde puedes encontrar porno pensado por y para muejeres…
http://www.pornoparamujeres.com/
Los mayores errores los cometen las personas con las ideas más claras.
Pues te he visto en el Blog de Montse, una chica que admiro bastante. Tu artículo me parece muy coherente y perfecto, y si debiera calificarlo, tendría muy buena nota, pero no la máxima: no todos los hombres somos iguales como para hacer esas generalizaciones. Hay un sector muy importante de hombres que no quieren lso valores tradicionales, que rechazan el machismo, y no por eso somos menos hombres. Soy un chico igualitario, masculino, que no es ni superior ni inferior a la mujer. Desea la igualdad: ni que por ser hombre puedan quitarme la custodia de los hijos cuando los tenga (consecuencia clarísima del machismo y del hembrismo) ni por ser hombre tener que renunciar a mi calidad de vida, ni tampoco tener que controlar a los demás. (el otro día me dijeron que los hombres no pasan frio, y dije, que antes que pasar frío y ceder mi manta a otra persona, prefería renunciar a los valores tradicionales). Soy un hombre (heterosexual) me siento hombre, orgulloso de ser un hombre que predica igualdad, soy igualitario, feminista en la misma medida que implique igualdad real, y masculinista siempre que siga las direcciones de la igualdad real.
Soy hombre, heterosexual, limpio, plancho, el «chacho», cuidaré de mis hijos cuando los tenga, y seré «marica» por no cumplir los roles tradicionales, aunque yo me sienta y sea masculino, caballero, o cualquier otra palabra que implique la nueva masculinidad.
En definitiva, soy hombre, pero para nada me identifico con eso que mencionas. Quizás sea del sector minoritario de caballeros no machistas que confirmamos la regla, pero quiero que se refleje. No por el hecho de ser hombres se producen esas cosas, sino por otras cosas, donde también están implicadas las mujeres, y si no es así, ¿Por qué en lugar de las mujeres sancionar a los hombres machistas dejándolos sólos, los premian dándoles lo que buscan? Es evidente que hay que luchar contra los valores tradicionales, y son ellos, y solamente ellos (y lo que hay que cambiar) para que se termine todos los problemas que hay entre los diferentes géneros. Que conste que lo interpreto como un error al redactar o al utilizar «frases hechas» quizás, no porque realmente pienses así, pero quiero que quede claro que ya no se puede generalizar. Falta mucho por recorrer y lo tenemos que hacer todos. Seguiré tu blog. Respecto a la proostitución sigo tus ideas: son igualitarias.
Saludos
Estimado Molon Labe, gracias por el link. Me he dado un paseíllo rápido por el link que me mandas y lo que he visto parece interesante si bien me ha parecido que hay sobre todo mucho manifiesto (del estilo del mío expuesto en este post) y poca chicha práctica (o picha práctica), que es lo que muchas mujeres buscamos. De todas maneras ya te cuento cuando lo vea con más detenimiento.
Nino, esa frase, dicha así, no la entiendo muy bien, en el sentido que no sé a qué te refieres en concreto. Vamos, que te expliques un poquito más, cariño mío.
Anónimo: completamente de acuerdo con tu observación. Creo que te referías en concreto a la frase “ellos han impuesto un ritmo, un mercado, unas pautas a seguir y esto me cabrea”. Suelo tener mucho cuidado con ese tipo de afirmaciones porque pienso que la lucha feminista no es una lucha entre hombres y mujeres sino entre personas con perjuicios machistas y personas que buscan la igualdad entre géneros. Hay muchas mujeres machistas, muchísimas. Hay también hombres con ideas progresistas en este tema (muy pocos, pero los hay y cada día son más). Se me escapó la frase, te pido disculpas y te doy las gracias por tu valiosa aportación.
Hace tiempo que dejé de consumir porno. El actual, para más «inri» me parece absurdo y degradante, no solo para el género femenino. Dice mucho del género masculino que pulula hoy por ahí. Soy tela de «ñoño» y no me excita para nada el porno que se hace hoy. Claro que pa gustos, colores.
Lo siento, cari, pero me sigue poniendo «Mary Poppins».
¡Qué le voy a hacer!
Y es que eso de tener que encajar en los roles masculinos y femeninos es una lata para los dos sexos. A ti,Pajarín, lo que te corresponde es decir que te gusta mucho el poro, así quedas como un machote… pero como eres un valiente en enero nos vemos Mary Poppins que la escena de los deshollinadores a mí siempre me pareció de lo más erótica. Esos palos largos con el plumero al final…mmmmmmmmmmmm… ¿Qué mensaje subliminar lleva? Qué carga sexual, por diossss, quién no lo vea es porque es ciego.
Hola Alicia, yo personalmente “paso” del porno, me “pone”más una buena escena erótica, un abrazo.
Alicia, gracias por este post, que creo que este problema es aun peor en eeuu, el pais que consume más porno en el mundo…espero veros en marruecos o sevilla, un beso!
Alicia, en mi humilde opinión con esta respuesta no logras explicar convincentemente el porqué las mujeres no se han incorporado de manera significativa a la práctica de demandar y consumir prostitución realizada por hombres (o por otras mujeres).
Aunque es un tema que está por investigar, tiendo a pensar que ello se debe a variables explicativas que tienen que ver con la socialización diferencial de varones y de mujeres, con las maneras de concebir al Otro; con aspectos de índole ética, en definitiva.
Un saludo.
Hola Asturiano y bienvenido,
Estoy de acuerdo contigo en parte. Creo que a mujeres y hombres nos educan desde pequeños/as para ser diferentes. A ellos en lo superficial, en el no mostrar jamás los sentimientos, en aquello de “los niños no lloran” y a ellas en todo lo contrario y además en una represión sexual mucho mayor. Ahora bien, esas “razones éticas” a las que haces alusiones se me hacen poca cosa. Creo que el asunto de la presencia femenina como consumidora de la industria sexual se encuentra en una especie de pescadilla que se muerde la cola: lo que nos venden está diseñado para hombres y por otro lado son poquísimos/as los que se atreven a diseñar un nuevo producto pensado en el género femenino por miedo a que nadie lo compre.
Os dejo, como caso extraño y fascinante, este enlace http://www.annsummers.com . Muchos/as lo conoceréis, se trata de una cadena de tiendas británica, Ann Summer, en la que venden productos eróticos para mujeres. Tienen un éxito masivo. Cuando estuvimos de gira por esos lares con cierta compañía de teatro (hace ya unos añetes…) algunas nos pasábamos allí las tardes.
Saludos.
Alicia,
insisto en lo de las razones «eticas» que podrían estar determinando el que las mujeres no se hayan incorporado de manera significativa a la demanda y consumo de relaciones sexuales o sexo-afectivas pagadas. El ejemplo que tú nos pones se refiere al consumo de pornografía, pero esto es algo cualitativamente distinto a las relaciones (contractuales) de prostitución (al menos a eso que conocemos por tales). De todas maneras vuelvo a insistir en que este me parece un asunto que debería ser más investigado.
Asturiano,
La prostitución masculina dirigida a mujeres siempre ha brillado por su ausencia o por su escasez (al menos en los ambientes en los que yo me he movido) y esto es una señal de discriminación según mi punto de vista. Igual ocurre con los artículos pornográficos (revistas, vídeos, webs…). Si hay menos cantidad es más difícil de conseguir. Esto sumado a que las mujeres sufrimos mucha más represión trae como resultado un mundo sexual mucho más limitado para nosotras. Lo que tú llamas “razones éticas” para mí no son más que palos en las ruedas que nos han puesto para no dejarnos disfrutar de nuestro cuerpo, eso sí, camuflados de grandes valores morales. No hay nada de malo en pagar por tener sexo siempre que sea un trato libre entre adultos pero, por desgracia, en esta sociedad, la prostitución es un servicio que se ofrece casi en exclusividad a los hombres.
Por otro lado, además de en la cantidad de servicios ofertados, creo que deberían cambiar mucho las cosas en la calidad de esos servicios. Existen poquísimos productos/servicios dentro de la industria del sexo que estén realmente pensados para la sexualidad femenina (por lo general mucho más lenta, menos visual y más táctil, con factores psicológicos completamente diferentes a los de ellos, etc.). Como siempre se trata de acatar los patrones masculinos y hacérnoslos aceptar a nosotras. Hay un ejemplo que me encanta poner para explicar este tipo de situaciones: cuando dos mujeres se saludan por la calle en este país se dan dos besos, en cambio si esas señoras alcanzan un puesto de responsabilidad en una empresa o a nivel político deberán abandonar los dos besos y empezar a saludar dando la mano, haciendo honor a lo que son: hombres sin pene.
Un saludo y un placer!
Para defender tu planteamiento me das este argumento:
«No hay nada de malo en pagar por tener sexo siempre que sea un trato libre entre adultos pero, por desgracia, en esta sociedad, la prostitución es un servicio que se ofrece casi en exclusividad a los hombres.»
Bueno, pues permíteme que una afirmación tan categórica como ésta la cuestione.
Sí estoy de acuerdo contigo y con muchas otras personas en que el hecho de que una relación de sexual de prostitución sea algo verdaderamente consensuado por las dos partes que participan en ella (el cliente y la oferente) ya es un paso, pues en ella lo que sería la violencia y el ejercicio de poder unidireccional (por alguna de las partes) estarán ausentes, pero al margen de este análisis, también podemos plantearnos la cuestión de si la demanda y el consumo de prostitución, que ha sido históricamente y es mayoritariamente masculino, es una práctica que tiene alguna justificación y que es defendible para la mayoría de los hombres que son clientes. Quizás no se trate tanto de que las mujeres continúan 'reprimidas sexualmente' y por eso no adoptan la práctica social de consumir demandar y prostitución (y de un modo habitual menos aún), como de que en los hombres es algo que se considera «natural» y esperable; una suerte de «privilegio» de acceder sexualmente al Otro a cambio de un pago, que se nos ha permitido históricamente y que se nos sigue permitiendo mayormente. No deberíamos olvidar además, que toda praxis humana tiene una dimensión moral, y que al ser las diferentes sexualidades todas praxis humanas, también deberíamos considerar sus correspondientes componentes de «eticidad» por así decir. De este modo, nos podríamos percatar de que bastantes cosas: las justificaciones que dan de dicha práctica, ideas y creencias sobre las mujeres y 'lo femenino', sobre 'las putas', las formas de elegir a unas en lugar de a otras, las prácticas sexuales…, que se observan en muchos (quizás la mayoría) de los varones que son usuarios de prostitución, son fácilmente cuestionables o criticables desde un punto de vista ético, feminista, etc.
Un saludo.
Asturiano,
No sé si sigues el blog de Montse desde hace mucho. Allí me he declarado en muchas ocasiones “pseudoabolicionista” si es que esa palabreja puede significar algo. Me defino así porque por una parte no creo que haya nada de malo en el hecho de vender un servicio sexual. El problema viene cuando la gran mayoría de las personas que se dedican a esa práctica han llegado a ella sin desearlo. De las mafias y las tratas ni hablo, eso creo que queda fuera de discusión. Yo me refiero a las pocas señoras que se dedican de manera “libre” a la prostitución. Sólo el día en el que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades en la formación, en la búsqueda de empleo y el mismo acceso a ganar dinero en mucha cantidad de forma rápida podremos hablar de “libertad de elección”. Mientras tanto las putas que son verdaderamente libres pueden contarse con los dedos de una mano. La misma Montse, que ha sabido darle la vuelta a la tortilla y hacer de una situación dramática una vida llena de dignidad, bienestar y orgullo de sí misma, reconoce que llegó a la prostitución cuando estaba en una situación verdaderamente desesperada.
Lo que quiero decir es que no tenemos que confundir las cosas: el ejercicio de la prostitución en sí, de forma abstracta y teórica, no es amoral, lo que es amoral son las circunstancias en las que nuestra sociedad ofrece estas actividades lascuales, como tú bien dices, distan mucho de ser justas, éticas e igualitarias.
Un saludo.
Alicia, ¿a tí te gustaría que hubiese más prostitución para mujeres? ¿Tú la probarías?
Respecto al porno yo cada vez lo veo más igualitario, no es como el de hace 20 años. Ahora tanto ella le hace una felación a él como él un cunilingus a ella. En muchas series hablan antes y después del coito, y es algo que a los tíos también nos pone. Resulta muy agradable escuchar a la chica, verla reirse, oir su voz, apreciar sus gestos… es todo como más «auténtico», como sucede en el mundo real.
Yo conozco a varias mujeres que me han confesado ver porno y no tienen mayores problemas. A la hora de hacerse una paja van como nosotros, a ver una escena en 15 minutos, no se tiran una hora ahí. El porno está para desahogarse en un ratillo, no lo ves como cualquier otra película. De todos modos, como te he dicho, ahora sacan mucho más a los actores y éstos están cuidados. Ya pasó la era de los actores tipo Ron Jeremy, gordos y peludos.
Hola Cliente X,
Estoy de acuerdo contigo en que hay un sector del porno que está empezando a cambiar pero queda mucho por hacer, sobre todo en la web. Las proporciones aún no son n por asomo igualitarias.
Con respecto a tus preguntas: sí, claro que me gustaría que hubiese más prostitución dirigida a mujeres, me parecería un paso adelante en materia de igualdad y el hacer uso de esa oferta por parte de mi género sería un signo de eliminación de represiones .
La segunda pregunta no te la respondo porque no creo que tenga ningún interés publicar aquí el rumbo de mis apetencias sexuales.
Un saludo.
Alicia, por invitación desde el blog de Montse, he leído tu entrada y alguno de los comentarios.
Suscribo estas palabras de Marien y así no me tengo que repetir:
http://prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com/2008/09/la-sociedad-de-los-transtornos-primera.html
Respecto al porno femenino dirigido hacia vosotras, de momento no está dando buenos rendimientos comerciales actualmente (pregúntale a Erika Lust al respecto).
Vosotras no consumís vuestras propias producciones, y encima eso es culpa nuestra…
Metal Lover.
Hola Metal Lover,
Bienvenido al blog.
Ya leí ese artículo de Montse. De hecho creo que viene a decir más o menos lo mismo que yo he dicho en este post y en los posteriores comentarios: el comportamiento sexual es educacional, lo que es biológico es la pulsión. Estoy plenamente de acuerdo con todo lo que Monste dice allí, lo que me extraña es que tú me lo pongas para rebatir mis argumentos (eras tú el que decías que en cuestiones sexuales somos todo biología y por eso Montse te dio el enlace, para hacerte cambiar de idea).
Matizo una cosa:no estoy de acuerdo con la última frase del artículo que mencionas, con respecto al resto, susribo plenamente.
Con respecto a las «culpas» esas de las que hablas decirte que si el porno para mujeres no se vende a la misma velocidad que la de hombres es porque no tiene un apoyo mediático igualitario y porque las mujeres y la sociedad entera necesitan tiempo para cambiar unos hábitos castrantes a los que hemos sido sometidos durante muchos miles de años. Nunca he culpado a los hombres de nada, sólo hago responsables a las personas, idependientemente de su sexo, que no creen en la igualdad.
Saludos.
Me ha fascinado esta frase: «La dignidad la podemos llevar muy dentro de nosotras pero es justo también poder llevarla fuera y no tener que andar camuflándola con indiferencia.» no por lo estético de ella, por cómo nombras (que por cierto me chifla) sobre todo por la pedazo de realidad que traes con ella. Gracias otra vez. jeje Todo el rato. 😉