El valor de la palabra

El pasado viernes tuve el honor y la suerte de poder participar en unas jornadas organizadas en Marrakech por el Foum Marroquí por la Verdad y la Justicia (FMVJ). Allí tuve la oportunidad de conocer a expresos políticos marroquíes que fueron encarcelados en tiempos de Hassan II a causa de publicaciones poéticas y periodísticas consideradas de peligro para la estabilidad nacional. En las prisiones muchos/as perdieron la vida, otros/as fueron asesinados/as en plena calle por el simple hecho de manifestarse en defensa de la libertad de expresión. Los/as sobrevivientes hoy celebran estar en este mundo aún con las cicatrices físicas y psicológicas de las torturas sufridas en las celdas.
Estreché sus manos, escuché sus historias, me alimenté de sus sonrisas. ¡Y qué sonrisas! ¡Qué valor procurado al minuto de cada existencia! ¡Cuántas ganas de seguir luchando y dando todo el por culo que sea necesario! Sus rostros eran mapas de dolor y amor. Nunca vi miradas como esas. Las madres de los desaparecidos, vestidas con turbantes bereberes, surgían radiantes en las fotografías de la exposición, tatuadas de henna, melladas, arrugadas y gesticulando en imágenes en las que estaban, por fin, ante un micrófono.
Eso fue ayer. Hoy en cambio he ido a mi lugar de trabajo y, entre sillas de diseño y olor a ambientador caro y hortera, mi jefe me ha dicho (juro, cito textualmente) ya sé que te di mi palabra de honor, pero estamos hablando de negocios… ¿Cómo? ¿Que te hable como un ser humano? ¿Qué diferencia hay entre un ser humano y una empresa?

No es verdad que las cosas son relativas, no es cierto que todos somos un poco buenos y malos. Las cosas son bien simples: no todo el mundo es capaz de apretar la mano y ser consecuente con ese gesto. Hay gente amoral y gente con pundonor. Tan sencillo como eso.

5 comentarios en “El valor de la palabra

  1. quizá el error no sea no cumplir su palabra, quizá el error fue extender la mano en un exceso de voluntad
    es difícil encajar lo que no nos favorece

    confío en que no sea grave, ánimo.

  2. Uff, qué va Nino, no van por ahí los tiros. Las empresas en Marruecos no son como en Europa. Aquí la cuestión es que te tienen trabajando sin contrato por sistema, los inspectores acceden a la extorsión de manera sistemática y los derechos de los/as trabajadores/as son violados en continuación. Independientemente de la supusta (y dudosa) buena voluntad de mi jefe, comete irregularidades con todos sus trabajadores a diario y lo hace porque en Marruecos es posible hacerlo.

    Hablamos de África, amigo.

  3. Hola Alicia!

    No hablo bien el castillano pero voy a intentar escribir algo en esta idioma que me gusta mucho :

    Como lo saves, soy uno de estas victimas de la epoca negra de Hassan II (10 anos en la carcel por poesia de 15 anos de condena) y fue un placer conocerte y mirar el impacto de las fotos y de los cuadros en tus ojos de actriz y de mujer tan humana y tan humanista. Gracias por tu solidaridad y de haber visitado mi exposicion et de afirmar que hay todavia vida en este pais (Espana) que ha luchado mucho por su libertad!

    Ali (Idrissi Kaitouni)

  4. ¡Querido Alí!

    Qué alegría que hayas pasado por mi blog. Muchísimas gracias por tus palabras. Fue un honor formar parte de vuestro proyecto aunque fuese sólo por unas horas.

    Muchos besos desde Marrakech y cuenta conmigo siempre que lo necesites. Mi voz y mi música están a tu servicio.

    Un abrazo.

Si vas a comentar debes saber que: si eres hombre tendrás menos posibilidades de que te lo publique y que si me insultas o hablas con tono paternalista o faltón no tendrás ninguna. No acepto opiniones, ni consejos, soy así de chula. Adiós.