Madame Alaoui me ha dicho que su hija la visitará muy pronto. Ahora está en París y sólo espera las vacaciones de los niños para poder venir a verla a Marruecos. Su hija tiene un precioso apartamento en los Campos Elíseos, su yerno es dueño de varios hospitales privados y tiene muy buenos ingresos, no les falta de nada. Madame Alaoui está en Marrakech porque su madre murió hace poco y tenía que arreglar el papeleo del testamento, pero el 15 de diciembre su hija vendrá a recogerla y volverán todos a Francia. Francia es mejor, allí la gente es amable con las ancianas, no como aquí que ni si quiera me paran los taxis, sólo porque estoy enferma, porque Madame Alaoui es diabética y debe ir tres veces al día al hospital, ¿Me das dinero para pagar el taxi? Dame más, por favor, también tengo que pagar a la enfermera. Es difícil encontrar un taxi en la puerta de su casa, hay que hacer un pequeño esfuerzo, venga, yo la ayudo, son sólo dos manzanas, en la esquina pasan más pero las piernas no le resisten. Ven a verme, mañana a las 12 te espero en mi casa, mi hija va a venir pronto… pero hay cosas que no termino de comprender, no me cuadra el álgebra, será que traduzco mal del francés. Por ejemplo, Madame Alaoui no puede tener una madre recién muerta a menos que la difunta haya dejado de padecer a los 130 años. Tampoco entiendo lo del viaje de su hija en fecha 15 de diciembre (hoy es 19 de enero, algo falla). Pero lo que menos entiendo es porque Madame Alaoui pide limosnas por la calle si dice que su hija es rica.
Disculpe lo escueto y ocasional. Este es buenísimo.
Me alegro de que te guste, un saludo y bienvenido.