Vamos a por el doblete en la Zagala de Lavapiés

Agotadas todas las localidades para mi actuación en Madrid, sin embargo aún puedes ENTRAR EN LA LISTA DE ESPERA: Es posible que alguna persona no pueda asistir y puedas tener tu entrada. De todas formas recomendamos enviarnos un mail a lazagaladelavapies@gmail.com para entrar en la lista de espera porque si somos muchas se hace doblete (doble función). Esto se decidirá el martes.

Artículos de prensa sobre mi trabajo

María Sierra ha dedicado un artículo chulísimo en No Solo Rock, a mi gira «Cuidado con la Perra» os dejo el enlace:
http://norocksolo.com/cuidado-con-la-perra/

Además, hoy me nombran de nuevo en El Diario en un artículo sobre Micromachismos (¡Cómo odio esa palabra!):
http://www.eldiario.es/micromachismos/Micromachismos_6_225437474.html 

Y por último anunciaros la entrevista que me harán esta noche en Radio La Granja a las 22.40 h y que podéis escuchar siguiendo este enlace:
 http://radiolagranjazaragoza.wordpress.com/emision-online/ 

Ivanadas: Iván y el teclado subversivo


“Su” teclado es un instrumento bastante cutre pero que tiene una caja de ritmos maravillosa. Él la usa para hacer “discotecas”. Apaga la luz, se coloca una gorra con la visera para atrás, unas gafas de sol muy horteras del Spiderman, coge dos linternas y… la ruta del bacalao no es más que una inocente fiesta de cumpleaños al lado de lo que monta mi hijo en el salón. Además de la caja de ritmos, el cutre-teclado tiene una veintena de sonidos entre los que destaca el “ciao”. Si le das al “ciao” el teclado canta. Un “ciao” por cada nota y así puedes hacer la canción que quieras pero con “ciaos”. Por ejemplo, Jingle Bells sería:
-Ciao-ciao-ciaoooo, ciao-ciao-ciaooo, ciao, ciao, ciao, ciao, ciaooooo.
No sé si me explico. Quien no lo ha vivido, no sabrá entenderme, ese “ciao” es una experiencia única.
Mamá, no dice “ciao”, dice “cho”. Pues es verdad, para qué te voy a decir que no, suena más a “cho” que a “ciao”. “Ciao” es hola y adiós en italiano. Pero “cho” no es nada, bueno, si lo dices dos veces sí es algo.
Qué prodigio escuchar Jingle Bells en la versión chochona de de mi hijo. Escucha, mamá, mira qué bien me sale:
-Cho-cho-choooo, cho-cho-chooo, cho, cho, cho, cho, chooooo.
Lo toca y mientras se va partiendo de risa.
Ahora voy a hacer una manifestación feminista- dice. Y prosigue: ¿Qué hacen las mujeres? Lo que les sale del…
-¡Chocho!-responde su teclado.

Ivanadas: la escuela libre

No quiero ir al cole mañana ¿Por qué tengo que ir cinco días y solo dos de descanso? No es justo ¡Y tantas horas! Allí me aburro, nunca me enseñan nada, todo lo aprendo solo, las cuentas que me ponen son muy fáciles, me aburro, mamá ¿Cómo es eso de la escuela libre? ¿Cuando me vas a llevar? Se lo explico. Ay qué bien, creo que me gustaría… pero no sé, a mí me gustaría más una escuela libre de ser libre de ir si queremos y si no, no vamos ¿De esas no hay?.

No me llames camarada

Compañero, no me digas que espere, hoy estoy oscura, dentro de dos semanas te lo aguanto, hoy no me lo digas. Gamonal se parte la boca, los dientes, todo. Compañero, no me llames camarada, no lo somos. Si no pasaste por un subidón hormonal, no sabes de lo que estoy hablando. Es cuando un olor que percibiste en la mañana vuelve y una y otra vez durante el día, es cuando puedes adivinar cosas, es cuando estás rodeada de sombras, cuando quemarías, verbo intransitivo. Es cuando te das cuenta de que no hay solución a nada o cuando esa intuición es tan fuerte que el tiempo juega en tu contra, porque el tiempo no es recto ni curvo, es presente, puro presente.
No vamos a abortar, nos lo van impedir, porque somos tan necias que no conseguimos entender que las putas, las madres, las santas, las maestras, las viudas, las ministras, las amigas, las cínicas, las torpes, las ricas, las viajeras, las sonrientes, las guapas, las repudiadas, las cojas, las negras, las bolleras, las demacradas, las cansadas, las rectas, las premenstruales, las amorosas, las desnudas, las tercas, las inmigrantes, las modernas, las atracadoras de banco, las millonarias, las desobedientes, las que saben hacer felaciones…
…las solidarias, las que se arrancaron la nariz, las pelirrojas, las que juegan al bingo, las gordas, las jubiladas, las gitanas, las jefas, las rojas, yo misma… y tantas otras, formamos una sola clase social: la clase social que no aborta, la que cobra menos, la que renuncia a cosas, la que se adapta al mundo, la que es perseguida por las calles, la que es acosada sexualmente, la clase social que es asesinada por la otra clase social.
Nos lo creímos, nos dividieron. Nos lo creímos. Y en esta semana negra del mes es cuando lo veo claro: nunca estaremos unidas, nunca jamás, nunca más, ganaron ellos. Nunca habrá un Gamonal abortista porque no somos un barrio obrero, no nos une nada, no nos une un sueldo, no nos une un color de piel, ni un equipo de fútbol, ni una ideología política, no nos une nada, ni si quiera un coño. Solo nos une la imposibilidad de vivir en un mundo a nuestra medida.
Compañera, no me llames camarada, hoy estoy oscura. Tú y yo no somos camaradas y, mucho menos, hermanas.

Fechas gira febrero 2014

Calendario gira febrero 2014

FUNCIONES DE «CUIDADO CON LA PERRA» 
13 Madrid – 20.30 h. Sala La Zagala de Lavapiés c/Amparo 77 – 10€ aforo limitado
14 Zaragoza – 21.30h. Vía Láctea Espacio Colectivo c/Doctor Palomar, 25 – Pay after show
16 Pamplona – 19 h. (+presentación de Pikara) Sala Katakrak (La Hormiga Atómica) c/Mayor 54-Pay after show
TALLER EL CAZADOR CAZADO
15 Pamplona – De 12 a 17,30 h. Sala Katakrak (La Hormiga Atómica) c/ Mayor 54

CHARLA COLOQUIO «MATERNIDADES SUBVERSIVAS»

15 Pamplona – 18,30 h. Sala Katakrak (La Hormiga Atómica) c/ Mayor 54

Para más información: info@aliciamurillo.com

Ivanadas microscópicas

-Mamá ¿Me das un pelo, por favor?
-¿Un pelo? ¿Para qué lo quieres?
-Para “verte” el ADN.
-Ah.
Entra en escena el abuelo.
-Abueeeeeloooooo.
Abrazo, besos, achuchones.
-Estoy viendo el ADN de mamá por el microscopio que me han traído los Reyes.
-Ah, qué bien… mi niño, qué guapo y qué listo que es…pero ven para acá y dale otro beso a tu abuelo. Muá, muá, muá… -un rato más de achuchones. Él se empieza a agobiar ya de tanto amor, pero el abuelo persiste- mi niño, cojones, qué guapo es. El más guapo del colegio mi niño, que te quiero, mi vida. Oye, cuando tú tengas un hijo ¿le pondrás mi nombre? Fernando es un nombre muy bonito…
-No sé, abuelo, mejor se lo pondré al perro. Mami, hoy lo he pasado genial en la piscina, porque he jugado a que era un cephalaspis.
-… ¿Un qué?
-Un cephalaspis y el jueves voy a jugar a que soy la criatura a la que evolucionó en cephalaspis.
-Ah.

Hay veces que, como no comprendo lo qué me está diciendo, no sé si debo reñirle o felicitarle.

Semáforos donde abortaría mucho

Semáforo de A Coruña. Imagen obtenida de la web www.acosasdetias.com

En un semáforo, en el carril de bici, parada mientras espero a que se ponga en verde. En un alarde de originalidad y fantasía, un señor se me acerca y exclama:
-¡Guapa!
Es un cincuentón que me mira sonriente dándome una gran noticia: ha puesto a examen mi cuerpo y me ha dado una buena nota. Además es tan generoso que me lo viene a contar para alegrarme el día. Lo miro, vuelvo la cara con parsimonia y sigo observando el semáforo mientras pienso en cosas que me gustaría que le pasaran a Gallardón. Pero él insiste. Creo que le parece muy raro que yo no me haya puesto contenta y, sobre todo, le parece raro que no sea agradecida y complaciente, que una sonrisa y un “gracias” no hayan cruzado mis labios.
-¿Te has asustado?- nótese el tuteo.
Un pensamiento que me dice “no me lo puedo creer” interrumpe el aquelarre de mis fantasías. Dejo a Gallardón en la pira durante unos instantes. Vuelvo a mirar al tipo, vuelvo a girar la cabeza y vuelvo a observar el semáforo que, irritablemente, tarda en cambiar.
-Digo que si te has asustado. – el señor, por lo visto, no contempla la posibilidad de que yo lo ignore porque me aburre y me ofende y solo es capaz de imaginar una posibilidad lógica examinando mi actitud: el miedo. Vale, bien, se lo ha buscado:
-Caballero, créame, tiene usted más razones para tener miedo de mí que yo de usted.
Una vez más: vuelvo la cara y sigo observando el semáforo.
-¿Por qué? Es solamente un piropo a una mujer.- nótese el adverbio “solamente” en la misma frase que los sustantivos “piropo” y “mujer”.
-…Una mujer… una mujer… una mujer – murmullo, mastico, saboreo… – usted ve una mujer y automáticamente se cree con el derecho a darle una opinión sobre su cuerpo ¿no es eso?
-Yo no te he dado mi opinión sobre tu cuerpo, solamente he dicho que eres guapa. – nótese la persistencia en el tuteo. Nótese la reaparición del adverbio “solamente”. Quiero que le pase algo. Malo, se entiende.
-Exacto, decir que soy guapa es dar una opinión sobre mi forma de ser físicamente.- me siento ridícula explicando obviedades. Quiero que desaparezca de mi vista.
Pone cara de “exagerada, necesitas un buen pollazo, eso es lo que necesitas”, pero dice:
-Ah, perdona.

El semáforo, como un camaleón feminista, adopta el más bello color que una mujer puede presenciar en una situación de acoso: el verde. Me monto en mi bicicleta y me reúno con mis compañeras. Un rebaño de maderos, armados hasta los dientes, y varios furgones nos rodean.  Cuando llego ya han pedido la documentación a algunas. Ya nadie pone el adverbio “solamente” al lado del sustantivo “mujer”. Tampoco aparece el sustantivo “piropo” ni el adjetivo “guapa”. Me pongo a gritar “¡Nosotras parimos, nosotras decidimos” delante de la sede del PP. Una vez más, vuelvo a sentirme ridícula diciendo obviedades.

Nota sobre la ilustración: Semáforo de A Coruña. Imagen obtenida de la web http://www.cosasdetias.com