Hace un par de días escribí un artículo repleto de palabras raras de cuatro soporíferos folios. Casi no me lo leo ni yo, pero necesitaba escribirlo. Doy las gracias a las pacientes lectoras que dedicaron un precioso día vacacional de agosto, no solo a leerlo, sino también a intentar entenderlo, porque ya digo que era espesito. Gracias de corazón a todas ellas. Ahora os voy a hacer un resumen para explicar lo que quería decir y, en un intento de llegar a más gente y de quitarme un poco de pedantería casposa de encima (me pongo muy jartible a veces, lo reconozco), voy a ponerle muchas fotos. Para que nos entendamos, esta es la versión mainstream de lo que colgué antes de ayer.
Allá voy…
Cuando las feministas decimos: «Las guerras y las miserias políticas las realizan hombres», alguien siempre nos responde lo de ¿Entonces Merkel y Thatcher?. Queridos, tal y como voy a mostrar gráficamente, cuando las mujeres entran en política sufren una transición FtM (female to male). Existe, está ocurriendo, y voy a llamarlo el transgénero del poder. Atención a las fotos porque no tienen desperdicio… las palabras mágicas son «traje de chaqueta». Allá voy:












La prensa a menudo usa imágenes donde nuestras políticas lucen aspectos más femeninos para desprestigiarlas:

