
Vaya por delante que hace siete años, en un hospital gringo, me rajaron el vientre de lado a lado y me sacaron a mi hijo. Mientras me cosían se acabó la anestesia. Y esto es solo el resumen de lo que fue el peor día de mi vida. De hecho, las violencias sufridas durante esos días de hospital, así como sus consecuencias emocionales y físicas, fueron numerosas. Algunas de estas consecuencias ya han sido restauradas y superadas, otras no sanarán nunca. Digo esto lo primero porque para mí es fundamental la posición desde la que se habla y no quiero que nadie venga a decirme: esto lo dices porque no sabes lo que se puede llegar a sufrir en un paritorio. Yo lo sé, yo fui torturada en un paritorio y lo hicieron todo “por mi bien”. Así que si algo de este artículo te ofende, o no estás de acuerdo en alguna cosa que escribo, usa cualquier argumentación para rebatirme menos la de “no sabes de lo que estás hablando” porque resulta que sí lo sé. Si eres hombre, simplemente, no opines, que como este es mi blog, no te voy a publicar el comentario. Bueno, a lo mejor sí, ya veré por lo que me da (normalmente funciona que me hagas la pelota).
Dicho esto quiero volver a la misma pregunta que hago siempre: “¿Por qué cuando una mujer es discriminada por una razón da por sentado que no es posible que esta sociedad discrimine a otra por la razón contraria? Es más ¿Por qué creemos en los contrarios? ¿Por qué seguimos pensando en los binomios patriarcales como en figuras descriptivas de la realidad? Como si hubiese solo una realidad… o peor aún si cabe, dos realidades encontradas.
A mí me rajaron. Yo vomitaba, me desmayaba y me despertaba para seguir vomitando mientras un grupo de señorxs metían sus manos en mis vísceras para sacar a mi pequeño. Tardé años en superar aquello. Durante un año no pude acercarme a una ventana con mi hijo en brazos porque pensaba que yo misma iba a arrojarlo al vacío (parí en un rascacielos). Sé de lo que hablo cuando digo las palabras “violencia obstétrica” pero eso no me hace caer en la estupidez de pensar que la mujer que decide, por las razones que le salga a ella del coño, programar una cesárea, es tonta o mala o no sabe lo que hace o la están engañando o es víctima de una sociedad que la oprime o la presiona. Dejemos que cada mujer haga con su vida lo que le dé la gana ¿es tan difícil de entender? Yo no comprendo cómo es posible que no nos demos cuenta de la diferencia que hay entre estas dos opciones (toma binomio):
OPCIÓN 1- Desentendámonos de las violencias patriarcales y llamemos “libre decisión de las mujeres” a la “imposibilidad de elegir”.
OPCIÓN 2- Luchemos cada día porque las mujeres tengan un mayor acceso a la información sobre cualquier proceso sanitario, político, social, etc. y porque las opciones sean cada vez más. Una vez hecho esto respetemos siempre la libre decisión de las mujeres y no las tratemos nunca con paternalismo diciendo “ha tomado una decisión diferente a la mía porque no estaba bien informada”.
Por alucinante que nos pueda parecer las personas somos diferentes unas a otras, tenemos vivencias distintas, proyectos distintos, ideas distintas, valores distintos, formas de amar distintas y todo ello, entre otras cosas, influye en los procesos hormonales, por ejemplo. Decir que una mujer que programa su cesárea es una irresponsable, está desinformada o es una mala madre, es lo mismo que decir que una persona que ha decidido transformar su cuerpo para realizar una transición de hombre a mujer o viceversa, está siendo sometidx a presiones patriarcales que nos imponen el binomio de género hombre /mujer.
Cada vez que una famosa programa su cesárea y se realiza una liposucción llega la horda de biomadres ofendidas pensando en la pobre criatura que no ha tenido la oportunidad de nacer por la vagina, que verá dificultada su lactancia y que blablablá. Ay, omá, yo desespero. Menos mal que las shakiras de turno ni se enteran de estas críticas, es lo que tiene estar “por encima”. Pero querida biomadre, quizás esas mujeres, gracias a esas liposucciones, van a ganar una pasta gansa con la que van a pagar a gente que harán todas esas cosas que a ti y a mí nos impide pasar más tiempo con nuestros hijos (limpiar el cuarto de baño, cocinar o pasar 8 horas diarias delante de un ordenador). También puede que con esa pasta les paguen colegios estupendos (quien sabe, lo mismo de esos de enseñanza libre, con mucho césped y margaritas). O puede que, simplemente, pasan de sus hijxs, pero a lo mejor tú que no te la has hecho una cesárea programada, tampoco eres un ejemplo de nada. Así que dejemos de criticarnos entre nosotras, el enemigo es otro.
No entiendo el purismo naturalista, el esencialismo de creernos seres perfectos corrompidos por la sociedad, como si no fuese natural ser sociales. Cómo si fuese posible no estar influidos por la sociedad. No hay nadie puro, eso es mentira, porque si hay algo real en nuestra esencia es que somos seres sociales. Somos biológicamente sociales y socialmente biológicos. Somos naturalmente artificiales y artificialmente naturales. La ciencia es otro terreno a poner a nuestro servicio. Para mí el empoderamiento no está en condenar una cesárea, sino en difundir información sobre sus consecuencias y dejar elegir sin juzgar a nuestras congéneres.
Y esto mismo es aplicable, por ejemplo, a la cirugía estética, a los tacones altos, al matrimonio por dinero o a la depilación o a cualquier elemento que sea utilizado como violencia machista. Creo que debemos luchar para que las mujeres podamos tener el mayor número de opciones, pero esa lucha no debe acabar en “cómo es posible que elijas eso, pudiendo escoger lo otro”.
Por otro lado me pregunto si esta historia del “mayor número de opciones” no es una idea un pelín capitalista.
No hace falta que publiqués el comentario. A mi compañera y a mi nos ha encantado. En un entorno lleno de biomadres optar por la lactancia artificial y por compartir la responsabilidad de la alimentación es situarse en el ojo del huracán!!!
Jaja, no, a ti sí que te lo publico porque me das la razón.
🙂 Pues mira justo sobre eso estuvimos hablando en una charla sobre lactancia, que hay casos en los que evidentemente el bibe es la mejor opción precisamente porque se pueden compartir responsabilidades. No se puede negar que eso no está resuelto con la lactancia «natural» así que me ha gustado mucho tu comentario porque me hace de nuevo pensar sobre esa contradicción. También me ha gustado mucho el artículo Alicia, una vez JAime hizo una canción que era » eres un führer con bombachos» muy interesante….pero eso es otra historia que me ha recordado este artículo. Abrazos!!
Gracias
Blog fantástica
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A mi también me rajaron Alicia. Cada año pasan por mis manos futuras mamás porque doy clases de gimnasia a embarazadas. Yo las preparo para parir en movimiento, respirando, confiando, también preparo sus cuerpos para lo que viene después, teta y brazos. Un 50% me viene con ideas de medicalizarse al máximo, de dejar todo en manos de batas blancas, tetinas de goma y carritos con ruedas. ¿Y yo que hago? Pues me callo y me adapto. Es su cuerpo, es su proyecto de maternidad. No soy nadie para juzgar. A mis clases están invitados familiares y parejas (sobre todo las que enseñan masajes y posturas) Alguna abuela se ha animado a participar acompañando a su hija y a su futuro nieto. En 3 años de ejercicio no ha aparecido ni un dad…¿casualidad? Estoy por regalarle una lata de mejillones de los grandes al primer padre que aparezca. Con todo y con eso en la primera clase nunca presupongo que haya un padre, dejo casilla en blanco para abrirme a las opciones de maternidad en solitario y familia homomaternal…así que estoy por optar a ampiar el premio de los mejillones a cualquiera…que una preñi necesita tribu y compañía leches!
Estupendo Alicia. Directa y sin miramientos. Basta de misticismo maternal y discursos afines. Gracias.
Me gusta tu abordaje, información para decidir, eso es lo necesario…. no comparto la mistica del parto, quizá porque no he parido.
Pues mira, aquí una mexicana que le gustan muchos aspectos de la crianza natural, y sin embargo odié la lactancia desde el minuto cero, le dí a mi hijo un mes exacto para no sentir que le estaba quitando algo fundamental para su desarrollo, pero luego me deshice de ella. Que cada quien haga lo que le parezca mejor de acuerdo a sus circunstancias, gustos, entorno, etc.
el concepto de biomadre, total jajajajajjaja