Sale del cole corriendo como un rayo hacia nosotrxs:
-¿Qué han dicho?
David y yo guardamos unos segundos de silencio, para mantener la tensión de la sorpresa y luego, tal y como lo habíamos ensayado minutos antes, decimos a coro:
-Han dicho… ¡Que sí!
-¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen!
Nos vamos a un restaurante para celebrarlo y mientras comemos le explicamos:
-Cuando llegue a casa no puedes llamarle hermano o hermana, tienes que esperar a que decida él o ella qué quiere que seamos en su vida. De hecho a lo mejor no nos llama papá ni mamá.
-Mamá, no te preocupes más por eso, me llamará Iván y yo… pues por su nombre.
Sonrío aliviada:
-¡Qué sabio eres!
-¿Por qué?
-Porque lo sabes todo.
-No te creas, tengo que ponerme a estudiar sobre Egipto, ese tema lo llevo regular.
Es emocionante, este cuatrimestre he tenido una asignatura, educación comunitaria y versaba sobre acogidas de familia extensa, pisos tutelados, residenciasy adopciones…es un descubrimiento total¡¡¡¡ y ahora tu me descubres el otro lado de la moneda…felicidades famlia acogedora¡¡¡
Gracias, Elvira, estamos muy emocionadxs!
Que grata noticia!!!
<3
Jejej…Enhorabuena!!!
Maravillosa experiencia os espera por delante. Enhorabuena a los tres y a quien llegue a vuestras vidas.
¡Qué alegría que haya gente que obre así!
¡¡Qué buena noticia!! Felicidades 🙂
¡Enhorabuena a ti, Alicia, a David y a Iván! Me voy a comer a Iván, a besos ❤ Por favor, es una ricura. No se puede ser más rico.