Tras mucho buscar encontré esto: www.tantramasajessevilla.com . A veces las mujeres necesitamos descontextualizar las cosas para empezar de cero y estar en armonía con nuestros deseos sin tener que dar cuentas a las represiones que arrastramos. Mi admirada June Fernández hace una disertación estupenda sobre el tema en este artículo. Ella dice que deberíamos dejarnos de tantas tonterías y tantas velitas y pedir lo que realmente queremos. Pero la verdad es que el Tantra es una vía de liberación y visto que tenemos tan pocas ¿Por qué no utilizarlo? Al fin y al cabo ¿Es que tenemos que saltarnos varios milenios de represión misógina en un abrir y cerrar de ojos? ¿Tampoco en nuestro proceso de liberación sexual van a respetarse nuestras necesidades, nuestros tiempos? El Tantra viene de otra cultura, es borrón y cuenta nueva, empezar desde el principio. Hay masajistas hombres y mujeres y los/as clientes también son hombres y mujeres, no nos sentimos excluidas a priori y podemos llegar a él de forma fácil. Además es mucho más barato que los gigolós horteras de pecho depilado que prometen «protegernos» (¿De qué? ¿De sus pollas radioactivas?) y “hacernos pasar una velada romántica” olvidándose de preguntarse qué es lo que realmente deseamos las mujeres más allá de lo preestablecido y cobrándonos una pasta gansa para jugar a que sigamos siendo sus nenas. Para eso, efectivamente, no necesito pagar. Lo que yo quiero es que me adoren y me divinicen, que traten mi cuerpo como si el de una máquina de generar orgasmos se tratase. No quiero que me protejan, quiero correrme.
Señores gigolós, son ustedes muy caros y mi sueldo de española media no me permite acceder a sus servicios. Las tías ganamos mucho menos que los puteros, por eso no podemos ser puteras. Al menos por ahora. Además me toca las narices que las agencias oferten sólo mujeres menores de 28 y en cambio el límite para los hombres roce los 40.
Mmmm, he disfrutado con este post erótico-festivo tuyo y con el frenesí orgasmático que emana ese masaje tántrico.
Hay quien se echa sexamigos por lo mismo, en Sevilla no creo que te puedan faltar 🙂
Un saludo, de una rana que pasaba por aquí.
Me alegro de que te haya gustado. Un beso.