Este mundo tiene el tiro corto, lo noté hace años, me encantaba usar la ropa de mi padre y salía a la calle con ella puesta y todo. Me divertía, aunque mi culo profuso se peleaba con el tiro masculino del diseño. De ombligo para abajo los hombres tienen menos espacio, eso es un hecho irrefutable a menos que pongamos en entredicho qué es un hombre y tampoco estrenaríamos tema en este blog. Pero vamos, que no van por ahí los tiros hoy porque yo quiero contaros lo contrario, partir de lo establecido socialmente y preguntarme y preguntaros una vez más si fue la gallina o el huevo lo primero que surgió en esta sociedad de miras y tiros estrechos: ¿Las actividades socialmente poco prestigiadas se otorgaron a la mujer o fue por el hecho mismo de ser realizadas por las mujeres por lo que alcanzaron escaso prestigio? En cualquier caso, hoy las mujeres caminamos con un tiro aproximadamente 10 cm. menor del que realmente necesitamos. Tengo los genitales bastante comprimidos y empiezo a correr como un pato. Andar no, porque las mujeres andamos poco, siempre corremos, no tenemos tiempo. Por ejemplo, no hay espacio en esta sociedad para una vagina que quiera ser universitaria y madre. Dice la Universidad de Huelva que a la modalidad de estudios no presenciales podrán acceder solamente las personas que:
1. Tengan una minusvalía o enfermedad.
2. Sean deportistas de élite (faceta, el deporte, también de tiro corto como ya hemos tratado en otras entradas).
3. Desempeñen actividad laboral o prácticas de empresa.
4. Y por último, mi favorito: “Estudiantes que puedan acreditar una situación de baja médica por riesgo durante el embarazo, durante la lactancia y/o una situación de baja por maternidad, esta situación se asimilará a aquellos estudiantes que sin generar derecho a baja laboral por maternidad puedan acreditar dicha circunstancia y hasta un máximo de 16 semanas o 18 en caso de parto múltiple”.
(El punto cuatro es para enmarcarlo, por el uso del masculino y por el pseudoprogresismo del contenido).
En fin, lo de siempre, que mis genitales se libran de asistir a clases no por mi trabajo como madre, ese que me ocupa la mayor parte de mi tiempo, mi esfuerzo, mi corazón y mi concentración, no es por eso sino por mi actividad remunerada, con la que cotizo, con la que me parezco a lo que siempre fue un hombre, aquella diseñada con tiro corto que las feministas de los 60 me dejaron de herencia con la consigna “realízate”.
1. Tengan una minusvalía o enfermedad.
2. Sean deportistas de élite (faceta, el deporte, también de tiro corto como ya hemos tratado en otras entradas).
3. Desempeñen actividad laboral o prácticas de empresa.
4. Y por último, mi favorito: “Estudiantes que puedan acreditar una situación de baja médica por riesgo durante el embarazo, durante la lactancia y/o una situación de baja por maternidad, esta situación se asimilará a aquellos estudiantes que sin generar derecho a baja laboral por maternidad puedan acreditar dicha circunstancia y hasta un máximo de 16 semanas o 18 en caso de parto múltiple”.
(El punto cuatro es para enmarcarlo, por el uso del masculino y por el pseudoprogresismo del contenido).
En fin, lo de siempre, que mis genitales se libran de asistir a clases no por mi trabajo como madre, ese que me ocupa la mayor parte de mi tiempo, mi esfuerzo, mi corazón y mi concentración, no es por eso sino por mi actividad remunerada, con la que cotizo, con la que me parezco a lo que siempre fue un hombre, aquella diseñada con tiro corto que las feministas de los 60 me dejaron de herencia con la consigna “realízate”.
Yo no sé si mi trabajo de madre no se valora porque tradicionalmente lo hicieron mujeres o si tradicionalmente lo hicieron mujeres porque no se valora. En cualquier caso, gallina y huevos a parte, es lo más bello e importante que he hecho nunca y mis genitales están cansados de no ser aplaudidos por ello.
Pues yo voy y te aplaudo.
Y yo a ti, ea.
Por cierto que hoy me he acordado de ti viendo un vídeo. A ver si te lo mando, es sobre el erotismo en los pingüinos. Mola ¿no?.
Pues yo digo una cosa y la digo muy en serio: que tan tonta y machista me parece el uso del masculino en el punto 4 (es para morirse de risa, desde luego) como el uso (simultáneo, lo que lo hace todavía más gracioso) del término «maternidad», porsupuesto, excluyendo el de «paternidad».
Es como decir, «sí, somos progres, pero el cuidado de los niños es cosas de mujeres, ¿eh?, que como unamadre no hay nada…».
PS: Por cierto, os recomiendo a ambas la escena del erotismo entre caracoles de la película «Microcosmos». Una maravilla.
Besos,
David
No te creas, nosotros a veces también tenemos dolor de huevos, y no es precisamente por el tiro corto, aunque ahora estén tan de moda, si no porque hay situaciones que te tocan tanto las pelotas que te llegan a doler de verdad. O de impotencia, je.
Hola, bello blog, preciosas entradas, te encontré en un blog común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer, es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen sábado, besos.
Gracias a todos los chicos por comentar. En realidad siempre he creido que el machismo es un encorsetamiento de las personas en general, independientemente de su sexo, por eso me encanta lo que has puesto, Damián.
Vaya, pus me interesan ambos, el de los caracoles y el de los pingüinos.
si me enviais el enlace, agradecidísima:
erotomani@gmail.com
Besos
susana
Mira, Susana, este es el enlace de los pingüinos:
http://www.youtube.com/watch?v=xYV7qMUdsGQ&feature=related
A partir del minuto 4'05'' empieza el ritual de apareamiento pero te recomiendo que empieces a verlo desde el minuto 2'20'' porque el momento de ellas pegandose guantadas (lietralmente) por ellos es genial.
Y esta la de los caracoles. Ahora te lo mando todo por mail también.
http://vimeo.com/7164332