El tema en cuestión daría para un blog entero, de manera que he decidido dedicarle un post algo más largo de lo normal.
Para hablar de prostitución (femenina) debemos hablar de la situación general de las mujeres en Marruecos. El analfabetismo, la falta de formación profesional, la pobreza, las diferencias salariares, el machismo en general, la actitud de Europa y una moudounana (ley de la mujer) completamente injusta, hace que un sector femenino se vea a menudo empujado sin más opciones a dedicarse a la prostitución, actividad, por otro lado, perseguida por la ley, detonante de un absoluto rechazo social y sometido en la mayoría de los casos, a la ley de las redes mafiosas y al chantaje policial sistematizado.
Cuando una mujer se divorcia en Marruecos tiene derecho a una pensión (mínima y ridícula) sólo si ha hecho la separación de bienes. Los/as hijos/as pasan automáticamente a su cargo y por si esta situación fuera ya poco difícil de sobrellevar, la mujer deberá enfrentarse a un fuerte rechazo social. Además muy frecuentemente viene repudiada por la familia. En el caso de contar con una formación profesional (cosa bastante inusual, aunque bien es cierto que cada vez son más las jóvenes que estudian) la mujer podrá acceder a un puesto de trabajo más o menos digno (el sueldo medio en Marruecos es de 390 euros mensuales). Si carece de formación entonces puede hacer cuatro cosas:
1. Mendigar.
2. Volverse a casar (en muchos casos esta opción significa tener que abandonar a los hijos del primer matrimonio en un orfanato).
3. Trabajar de limpiadora por sueldos que apenas llegan a los 200 € mensuales.
4. Prostituirse.
1. Mendigar.
2. Volverse a casar (en muchos casos esta opción significa tener que abandonar a los hijos del primer matrimonio en un orfanato).
3. Trabajar de limpiadora por sueldos que apenas llegan a los 200 € mensuales.
4. Prostituirse.
Mola ¿no? Me voy a centrar en los puntos 3 y 4 porque son en esos dos donde los/as europeos/as participamos:
–Empleadas de hogar: ¿Habéis escuchado alguna vez la expresión cateto jarto pan? Pues define a la perfección a una gran parte de la población francesa y española residente en Marruecos. Son europeos que se dedican a hacer aquí lo que no se pueden permitir en su continente de origen porque allí es más caro o ilegal. Me encanta ver lo políticamente incorrecta que me estoy volviendo, cada vez estoy más bruta. Pues eso, las señoras se hacen la cirugía (para así tener un culo caro y una cara de culo), y los señores juegan al golf, tienen chofer y se van de putas. A todos ellos les limpian las casas mujeres marroquíes a cambio de sueldos verdaderamente vergonzosos y en muchísimas ocasiones ni siquiera los irrisorios derechos laborales dictados por la ley marroquí vienen respetados.
–Prostitutas: La clientela de las prostitutas en Marruecos es muy variada: europeos, marroquíes, casados, solteros, religiosos, ateos, viejos, jóvenes… Incluso pobres y ricos ya que la mal llamada prostitución de lujo en Marrakech no es tan elitista como su nombre puede indicar. En esta ciudad todo lleva un nombre que despista y las putas también. Las chicas de M. (local de moda del centro) viven bien, pero nada más, tienen un apartamento pequeño y coqueto y sus hijos no pasan hambre, para de contar. El empresario de M. en cambio es millonario, como el empresario de T. o el de B. (casi todos europeos… un día que me coja con los cables cruzados me voy a dejar de iniciales y entonces se va a cagar la burra). También hay estupendos beneficios para los hoteles de lujo (esos sí que son de lujo), para la policía, que siempre saca tajada, para los taxistas y, en general, para toda la sociedad que, por la mañana, parece no acordarse de lo que ocurrió en las calles de Marrakech la noche anterior, y niegan a las putas el saludo, el acceso a las peluquerías de las señoras respetables, etc. También la cosa es conveniente para los turistas, por supuesto. El españolito de a pie, en lugar de aprovechar su estancia en Marruecos para ayudar a esas mujeres o para traer ayuda humanitaria o para realizar cualquier gesto solidario por pequeño que sea, se divierten aprendiendo el arte del regateo ahorrándose así unas monedas en el servicio sexual que se solicite. Los precios van de los 12 a los 50 euros. De ahí descuenta el bakshish (soborno policial) y lo que se lleva el chulo o el empresario… vamos, que el polvo le sale caro sobre todo a la chica. Las enfermedades de transmisión sexual son un ir y venir. Ellas lo saben pero no siempre están en situación de poder exigir protección. La doctora A. R., que trabaja para una asociación de prevención del SIDA, hablando del contagio al que se exponen las prostitutas cada día en Marrakech, me dijo una frase que creo es una buena manera de terminar este post: ¡Dios mío! ¡Lo que una mujer se debe dejar hacer en este país para poder salir adelante!
!Ayyy nena, con todo la mierda que hay en Marruecos y sin poder dejarle de querer!
Me gusta que escribas sobre las cosas reales, las cosas que mis queridos turistas «borregos» jamás verán.
Bueno otra cosa, espero que esteis allí, en marzo seguramente, inchalah, iré por allá, si necesitas algo dímelo, vamos como que, me apetece ayudar a tus peques.
Un besito desde este país, muchísimo más terrible que nuestro Marruecos, y eso que es UE.
(Si vinierais ibais a flipar)
Bueno, bueno ¿Te tenemos aquí en marzo? Qué bien. Si no tienes donde quedarte ya sabes que en casa hay sitio. Cuando estés aquí te digo como puedes ayudar a mis niños/as.
Besos y gracias.