-Qué mal huele.
-Sí, es que F acaba de vomitar.
-F ¿Estás enferma? Vete a casa, no deberías trabajar si estas enferma.
-No puedo ir a casa, no me deja la mujer del patrón.
– ¿Qué quieres decir?
-Sí, es que F acaba de vomitar.
-F ¿Estás enferma? Vete a casa, no deberías trabajar si estas enferma.
-No puedo ir a casa, no me deja la mujer del patrón.
– ¿Qué quieres decir?
F es la limpiadora de los camerinos de la sala de fiestas donde trabajo. No tendrá más de 16 años y es analfabeta. Mi árabe es tan penoso como su francés así que un compañero me traduce y me explica que F lleva durmiendo en los sillones del restaurante más de dos meses. La razón: el chofer encargado del transporte de los empleados no la quiere llevar a su casa porque su barrio está ligeramente apartado del centro. Los patrones están al corriente. Ella no se queja. La posibilidad de coger un taxi desde la última parada que hace el transporte hasta su casa a esa hora no se le pasa por la cabeza, hay cosas que una mujer está incapacitada para realizar y una de ellas es tomar un taxi a las 2 de la mañana. El resultado: vive desde hace meses en el restaurante y cuando digo vive quiero decir que vive recluida porque el local está muy apartado de la ciudad y sólo se puede acceder a él en coche. Unos maleantes han sabido que pasa allí los días sola y han intentado atacarla de manera que ahora teme salir a la puerta si quiera a tomar algo de sol. Además no le dejan la calefacción encendida durante la noche así que se ha puesto enferma, por eso vomitaba. Por eso y porque se alimenta de los bocadillos que el chofer le trae de la gasolinera más cercana. Vive prisionera en la sala de fiestas.
En toda sala de fiestas hay una víctima (como mínimo).>Otra narración estupenda.
Gracias Alberto, no sé si es estupenda, lo que sé es que es triste y real.>Ayer hablé con los jefes de este asunto. Cada conversación que tengo con esa familia es un paso más hacia la pérdida total de la fe en la especie humana.>En cualquier caso parece que la situación le ha mejorado algo. Ya seguiré contando.>Por cierto, me equivoqué en la edad, tiene 22. Es increible porque parece una niña.
Tienes razón. Me acabo de dar cuenta. Desde luego es triste y real (añadiría: cercana) Dije de una manera muy frívola lo que quiero decir ahora: que es una importante (dentro de lo que pueda serlo una narración, que siempre es muy poquito -o suele-).>Seguiré esta historia con interés y también, espero, con esperanza.
a mi me parece perfecto para un guión de una peli siempre bajo la base de que » la realidad supera a la ficción, por supuesto»
En una sala de «fiesta». En fin… paradojas de la vida. Suerte, F.
Últimamente presencio cosas que podrían valer para películas, libros y enciclopedias. Este país tiene que terminar haciéndome una chica dura, ese es el objetivo.>>Para quien le pueda interesar: estamos intentando ayudar a F pero no se deja. Dice que sin el permiso de su padre no puede dejar el trabajo que tiene (aunque le hemos encontrado algo mejor) y ni mucho menos ponerse a estudiar. Creo que su futuro será casarse con quien diga la familia y pedir permiso entonces al marido para todo lo que ahora pide permiso a su padre.>>El problema, en cualquier caso, es que cada vez que intento ayudar aquí a alguien no se dejan, sobre todo las mujeres.