Equilibrio

-¿Qué haces subida ahí? Que te vas a caer…

-Me zubo en el tamburete porque no llego… que vi a cogé er keshu y la bayonesa.

-No se dice bayonesa.

-Ya lo zé,  es “bahonesa”-dice muy fina.

-¿Sabes que hoy me ha reñido la seño?- me cuenta Iván.

-¿Por qué?

-Porque dice que no me aprendo las tablas de multiplicar.

-¿Y tú que le has dicho?

-Decirle nada pero he pensado: “las tablas no me las aprendo pero sé dividir y hacer raíces cuadradas desde hace dos años ¡Zasca!”.- y se descojona él solo- …pero eso, mami, que lo he pensado, pero no se lo he dicho

 

Tictac tocotoco

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Camino del cole, las ruedas de las mochilas rodando, tocotocotoco…

-Mamá ¿A que Miguel y Michael es lo mismo?-dice Iván.

-Claro, Miguel es Michael en español.

-Uy, Mayte, como una zeño de mi cole- informa Y***.

-Mayte no, Michael.

-Po ezo he disho.

Este martes hubo visita. Una vez al mes vamos a ese sitio, entramos y nos hacen rodear pasillos y cerrar puertas a nuestras espaldas. Llegamos 15 minutos antes que ella, todo está calculado para que no nos crucemos. Después alguien entra en la habitación donde esperamos y se llevan a Y*** que ese día siempre se mueve mucho y se convierte en “Radio Y” a cada momento.

-Hasta dentro de una hora, cielo, que lo pases bien. – me escucho a mí misma y me doy cuenta que mi buena intención salió del revés, se convirtió en algo parecido a un sarcasmo involuntario. Pasarlo bien… ella no contesta. Jugamos mucho a hacer que no pasa nada, no se puede vivir siempre dando golpes sobre el yunque.

Hablo un rato con la trabajadora social, informes médicos, preguntas sin respuestas, el yunque de nuevo. Entonces Iván y yo tenemos un rato de “como eran antes las cosas”. Él hace un dibujo con tres dinosaurios y a cada uno le pone una flecha que señala a una palabra diferente: “papá”, “mamá” e “Iván”. Dice que es un dibujo del pasado y le pone una fecha antigua. También me dice que lo guarde en el bolso, no sea que Y*** lo vea.

Hemos comprado zapatos nuevos. Y**** los ha escogido de plata, iguales que los míos. Iván unos de purpurina rosa, así que, al día siguiente, se presenta en el cole con su melena, su diadema y sus zapatos rosas de purpurina y dos matones le dicen “mariquita” y “niña” pero a él le da igual porque lo defendió toda la clase y su mejor amigo, Mario, fue muy bueno y muy valiente porque gritó delante de todo el mundo: “¿Mariquita? Muy bien, mi amigo es mariquita, de acuerdo ¿Y qué pasa? ¿Qué tiene de malo ser heterosexual?” Mario es un tío estupendo, lo que pasa es que se lía un poco con la terminología queer, pero da igual porque los matones tampoco se aclaran mucho y sustancialmente el mensaje quedó bien clarito: a mi amigo ni toserle.

-Y***, no puedo dormir contigo, roncas mucho.

-Yo no ronco, Iván, es que respiro fuerte.

-Te voy a tener que despertar con un tanque.

-A ver si eres capaz.

-Es una forma de hablar ¿Es que no sabes lo que es un tanque?

-Po claro que lo zé, aonde viven lo pato.

Nunca paso el examen del primer martes del mes. Esta vez ha sido la piel, estaba poco hidratada. Es una hora difícil para todos. Iván y yo aguardamos en una cafetería hasta que ella se va. Veo moverse las agujas de un reloj de pared y pienso en el tiempo. Nunca empatizo con Y***, solo con su madre (con la otra madre). No quiero que se le acabe la visita, es la hora más cruel del mes. Ella solo tiene sesenta tictacs cada treinta días y yo tantos tocotocos de mochilas arrastradas como quiero.

6 razones por las que no me gusta la propuesta feminista de Podemos

imagesHace unos días Podemos dio a conocer un documento en el cual se establece una propuesta con medidas para la igualdad. Paso a enumerar seis puntos en los que baso mi crítica a dichas propuestas. En general encuentro que es un documento diseñado para mayorías que no tiene en cuenta a los grupos minoritarios y/o de posicionamientos sociopolíticos más subversivos al sistema hegemónico y por lo tanto no solo no me parece renovador sino, más bien, perpetuador de los  privilegios blancos y de clase media:

  1. Con respecto al planteamiento: en su elaboración no se han consultado a las protagonistas sino a expertas. Como feminista radical entiendo que la figura del “experto/a” ha sido una de las armas fundamentales que el patriarcado ha utilizado para silenciar a las mujeres y a sus reivindicaciones como género. El documento además plantea falsedades tales como que el uso de guardería de 0 a 3 años es positivo para el desarrollo de los bebés.
  2. Con respecto a la ideología: atiende a un modelo único de crianza y no da cabida a la diversidad. Concretamente se basa en el modelo de crianza del feminismo de la igualdad, corriente feminista bastante antigua que ha sido ya revisada y criticada por tendencias ideológicas como las del feminismo de la diferencia u otras más actuales como el ecofeminismo, los feminismos queers, etc. El modelo institucionalizado de crianza, que apoya el uso de guarderías e incentiva a las personas a trabajar fuera de casa es una propuesta tan válida como cualquier otra siempre que no se vea como la única opción y se legisle y actúe políticamente en contra de otras posibilidades de organización familiar.
  3. Con respecto a lo económico: obvia, dificulta e impide el desarrollo de otras estrategias de lucha antipatriarcales y anticapitalistas como las cooperativas de amas de casa, la crianza colectiva (que, paradójicamente, incluye a los hombres), los grupos de lactancia colectivos, las reivindicaciones de cotizaciones y sueldos a amas de casa, etc. Además es una propuesta orientada a facilitar el sistema capitalista reduciendo a las personas a meros elementos de producción. Tampoco se aportan soluciones al que quizás sea el sector de mujeres más vulnerable del país, nuestras ancianas. Son urgentes y necesarias medidas que garanticen un reconocimiento social y económico para las que dedicaron sus vidas a cuidar y que ahora se ven en situaciones de verdadera precariedad y pobreza.
  4. Con respecto a los cuerpos: dificulta la lactancia materna. Además el documento da por hecho que todas las familias tienen las mismas características funcionales y no se aportan soluciones a las problemáticas de crianzas de personas con cuerpos diferentes al modelo hegemónico.
  5. Con respecto a lo social: la propuesta está alejada de la realidad y de los deseos de muchas mujeres que quieren criar personalmente a sus hijos y atiende solo a las reivindicaciones del modelo de mujer blanca, de clase media, con estudios superiores y aspiraciones profesionales en instituciones masculinizadas. Entiendo que es justo que se dé cabida a esas reivindicaciones pero me parece terrible que se contemple como única posibilidad de construcción social y realización personal. Además se da por hecho que todas las familias tienen las mismas características socioculturales. No se aportan soluciones a las problemáticas de crianza de personas de culturas minoritarias que viven en nuestro país y que pasan, por ejemplo, por reivindicaciones tan legítimas como las de no escolarizar a sus hijos y llevar a cabo otros modelos educativos, reunificaciones de núcleos familiares separados por los movimientos migratorios, etc.
  6. Con respecto al orden heterosexual: no es un documento contrario a este sistema. La propuesta, en realidad, supone una búsqueda de nuevos privilegios masculinos (bajas paternales intransferibles, por ejemplo) y en ningún momento se pone en tela de juicio la unión heterosexual como base del sistema patriarcal. Se busca, de hecho, facilitarla en lugar de destruirla. Además no se aportan soluciones a los problemas específicos de las familias donde las progenitoras son mujeres y se da por sentado que son las mismas que en las uniones heterosexuales. Este me parece un punto fundamental porque las familias sin hombres son especialmente vapuleadas por el sistema. Tampoco se contemplan las problemáticas de las familias que parten de uniones homosexuales. Y por último hacer notar que se da, como única opción a la monogamia, las familias monoparentales y en ningún momento se contemplan los grupos familiares que salgan de esos dos modelos.

 

 

 

 

 

 

Todo perdido

DSCN6832Soy agresiva, violenta, soberbia y testaruda. Usé tacones y colorete y sonreía. Me iba como el culo. Bueno, tampoco tanto, me iba diferente. Pero hoy soy muy antipática. «Tienes dos caras, una violenta y otra tierna que conozco solo yo» me dijeron una vez en la época misma del colorete, lo que me hace pensar que quizás ya entonces era bastante rancia y que a lo mejor ahora tampoco lo soy tanto como parezco.

Si fuese un hombre tendría carácter. Pero me diagnosticaron hembra así que soy una gilipollas. Me miden cada movimiento y me recuerdan dónde estoy, quién soy, quién debo ser, qué podría ocurrir si…

Me revuelvo por dentro ante los chantajes, sobre todo ante aquellos en los que tengo todo perdido. Acabaré, mal supongo. No me parece descabellado, ni triste, ni poco atractivo. Acabar mal, mucho más violenta que ahora, mucho más antipática y sin rastro ya de colorete. No es un mal plan.

Os prometo que me ha pasado esto

Hoy en una tienda una señora se acerca a Y*** y le empieza a tocar el pelo:

-Uy, qué bonito, qué ricitos más pequeños ¿Es tu hija?

-Sí, es mi hija-respondo sin entender muy bien si estábamos hablando de lo mismo.

-¿Y esta otra niña? ¿También es tu hija?- dice refiriéndose a Iván (siempre lo confunden con una niña por la forma de peinarse y vestirse).

-Sí, también.

-Entonces el papá…

-…

-Qué gracioso, una niña se parece al papá y otra a la mamá.

Gente que las caza al vuelo.

Motivaciones de Y***

DSC_0031Durante la clase de música Y*** ha estado pendiente de las explicaciones que he dado a los pianistas, al percusionista y también a los ukelelistas. Tensa las piernas, pone los pies de puntillas, saca la lengua e intenta colocar los dedos en el mástil pero cuando ya los ha puesto el resto de la orquesta ha cambiado de acorde hace rato. Se frustra, las lágrimas brotan y me mira. Se encuentra con mi mirada dura, esa mirada de maestra exigente que le repite hasta la saciedad: «Y***, lo estás haciendo fatal, no te estás divirtiendo» «Mami, es que no me salen los acordes» «A la porra con los acordes, ya sabes, no tienes que tocar perfectamente, tienes que divertirte». Así que se ancla en do, el único acorde que le sale bien, y espera que el ciclo do-fa-sol pase por el único sitio que conoce, como un reloj parado que da la hora exacta solo una vez al día. Después se calla y espera y mientras va viendo como el percusionista marca tres (un-dos-tres-un-dos-tres…) y como los pianistas cambian de un acorde a otro sin problemas.

Acaba la clase, cada uno recoge sus cosas y decimos: «Todos a casa». Y a ella siempre le encanta decir: «Yo no me voy porque vivo aquí» (Y***, Iván y yo damos la clase en pantuflas).

Cuando todos se han ido ella estudia una hora más. En el teclado toca los acordes de «La Bamba» de cabo a rabo e incluso improvisando ritmos. Se apodera de las baquetas y hace ritmos en el tambor de dos, tres y cuatro tiempos perfectos y divirtiéndose. El ukelele duerme envidioso en su funda.