Vanesa, Juan, Bárbara, Nati, Diego, Agathe y Carmen, gracias


Marruecos ha sido uno de los regalos más bonitos que me ha hecho la vida, a pesar de todas las malas horas, a pesar de todo el sufrimiento que he visto de frente, sin filtros televisivos ni veladuras de ningún tipo. Ahí, bien delante de mis narices, un niño de unos once años patalea en la puerta de un centro de acogida mientras su madre forcejea con él para que entre en el edificio. Ahí, ante mis ojos, vuelvo de trabajar y la misma mendiga, con el mismo niño, las 2 de la madrugada, frío ¿A quién esperaran? Sé que tienen una casa, son del barrio ¿Por qué a veces duermen a la intemperie? Los pies descalzos del crío, los ojos resignados y serios de la madre. Ahí, en mis narices, las casi mujeres que se prostituyen en los locales donde canto, putas de lujo las llaman. Cuarenta euros un polvo, descuenta lo que se lleva el proxeneta, lo que le paga al policía de backshish, y reflexionemos sobre qué lujos puede haber en la vida de esa prostituta. Todo ello y mucho más en vivo y en directo para que yo me entere bien de que este país no es el de las maravillas y que existiendo sitios así, del ecuador para arriba lo que queda no es más que el otro lado de un espejo de esos de feria.
Y a pesar de todo, o quizás precisamente por todo ello, Marruecos ha sido uno de los mayores regalos que he encontrado en mi camino. Porque aquí la gente mira como miran los/as niños/as. Sólo aquí me he sentido aceptada sin explicaciones, sólo aquí me abrieron las puertas sin preguntar cuánto ni cómo.
Por eso gracias a todos/as aquellos/as que respondisteis a mi llamada aportando vuestro grano de arena enviando leche y dinero al Orfanato de Issil. Me habría encantado compartir con vosotros/as la satisfacción que David, Iván y yo hemos experimentado hoy saliendo del supermercado. El dinero dio para tres carritos repletos de aceite, azúcar, biberones, jabón, carbón, sal y un largo etc. Mi niño se contagió de la alegría y no hacía más que exclamar ¡Sí, pa’ os ñiños! Gracias por vuestra generosidad. Gracias por recordarme que estos últimos meses en Marruecos siguen siendo un regalo y que debo disfrutarlos al máximo. Gracias por amar y ayudar a Marruecos a través de nuestro pequeño-gran proyecto.

2 comentarios en “Vanesa, Juan, Bárbara, Nati, Diego, Agathe y Carmen, gracias

  1. Ánimo Alicia, esta es otra pequeña batalla ganada, sigue adelante aunque la baraja se te caiga encima, que después de esto ya eres más fuerte.
    Al Marruecos que llevas tatuado le debes agradecer que hoy forme una porción de ti, así mañana, de vuelta a España, tendrás más recursos de los que tenías antes de irte para enfrentarte a quién sabe qué situaciones que aun te deparará el destino.
    Eres admirable. Tu pequeña familia y tú lo sois.
    Abrazos.

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