¿Quiénes son esas mujeres que pactaron con el enemigo para acceder a determinados privilegios? ¿Quiénes son? ¿Y qué es un privilegio? ¿Qué es ser privilegiada en una sociedad como ésta? ¿Es el elegir la precariedad de forma voluntaria, un ejemplo de feminismo de pata negra? ¿Renunciar al poder y al dinero para no comerle la polla a un cincuentón, es síntoma de buena salud feminista? ¿Es bueno estar alejadas de la política institucional para así no tener que formar parte de un partido patriarcal? ¿Es más lícito, en cambio, colaborar con el patriarcado exclusivamente para dar de comer a lxs hijxs, el no hacerlo por una misma sino por los demás? ¿Por qué? ¿Los demás merecen más que nosotras? ¿O es que merecen menos? ¿Merecen más pan y menos dignidad que nosotras? No lo logro entender del todo.
Las colaboracionistas están por todas partes. Es la ministra del PP o del PSOE. Es la puta de lujo. Es la actriz, novia del director de cine. Es la vecina, que se depila las axilas para ir a una entrevista de trabajo. Eres tú y yo, las dos, mil veces al día. Porque la que esté libre de patriarcado que tire la primera píldora anticonceptiva. La Callas se casó con Meneghini, un viejo rico, y así hizo carrera. Consiguió tanto poder que las mafias italianas tuvieron que meterse de por medio para poder quitárselo. Los caminos del Señor son infinitos.
Yo me confieso: colaboro con el patriarcado, desde hace años, desde que nací, de hecho. Al principio de forma inconsciente y ahora sabiéndolo a ciencia cierta. Por ejemplo, un día me casé, a pesar de que prometí que nunca lo haría. Quería morir soltera, siempre lo decía, hasta que un permiso de residencia en EEUU me fue ofrecido a cambio de firmar un papelito. Y lo hice, colaboré con el patriarcado casándome, en la era Bush, con un hombre. El día de la boda yo llevaba una chapa en la solapa que ponía “Como una puta pero mejor” y mi prometido otra en la que ponía “Shit happens”. La jueza me dijo que si me quería cambiar el apellido. En ese momento quise que algo le pasase (malo, se entiende, que le atropellara un camión mientras paseaba por el Downtown o algo así). Rápida e indolora, así fue mi boda.
Por eso, llamarnos puta, en forma de insulto, está feo, pero igual de feo es pensar que estamos libres de colaboracionismo porque aquí todas estamos pringadas hasta las orejas.
Brava… No nos queda otra que la colaboración (si es voluntaria, ya vamos bien) cuando lo hemos absorvido desde la cuna… Pero creo que el ser consciente de ello ya te da el primer empujón para lanzar la primera píldora anticonceptiva al ojo del que se te ponga delante y el resto al wc. Porque ya está bien!! Abrazo.
Muy cierto A ver quien se atreve a negarlo
Jo, jo, jo, si os casasteis con esas chapas, yo bendigo esa boda como performance postscum. Ay, es que la supervivencia es mu mala.