
Pasé dos años en dictadura desayunándome la indignación y pensando que en mi país todo era diferente, que África me había abierto los ojos al dolor de presenciar la injusticia delante de las narices.
Hasta el 15 de mayo de este año contemplé atónita la revolución magrebí que el destiempo me robó. Esperaba una explicación o una disculpa del destino por tan magna tomadura de pelo hacia mi persona: yo debía estar en Marrakech, en la calle, protestando contra la política de Mohamed VI y soñando con un futuro mejor para mis alumnos del orfanato. En cambio desde mi casa en España, al seguro, lo único que podía hacer era preguntarme cada día con impotencia por qué no esperé tan solo un año más para marcharme de Marruecos.
Hoy todo cobra sentido, mi país de repente se quita la careta y aparece África: medios manipulados, corrupción política generalizada, desempleo, policía violenta, libertad de expresión coartada…
¿Dónde estoy?
http://www.escolar.net/MT/archives/2011/06/os-estan-toreando.html
Tiene gracia que Alicia pregunte donde está… senzillamente en la guarida del conejo…
Pues no vea cuanta poli cabe.
Algo similar viví cuando salí de México indefinidamente para instalarme en los Estados Unidos. Al final me di cuenta que el gran cáncer de mi país era una extensión de la crónica enfermedad primermundista del imperio yanki, curada con muchas aspirinas. Saludos Alicia, si estas cosas no pasaran, no evolucionaríamos. Es lo que representa el Arcano XVI del Tarot, La Torre. Sin desastre no hay cambio, no hay vida.
Gracias por tus palabras, Anhelo, un saludo desde una España revuelta.