Hay una gran diferencia entre seguir los mandatos de instituciones patriarcales, como la Iglesia Católica o la Universidad, y reclamar como mujeres todo el patrimonio cultural y espiritual que nos fue escondido y robado con el paso de los siglos. Lo primero es asumir con sumisión las reglas establecidas por los hombres. Lo segundo, en cambio, reaccionar con rebeldía a un destino injusto. Además de ello, debemos hacernos consciente de que existió una herencia espiritual que fue destruida para siempre y que nunca podremos recuperar.
Las mujeres, como colectivo, necesitamos poder vivir el proceso del duelo de nuestra espiritualidad para poder luego decidir qué espacio vamos a darle a los ritos heredados, si vamos a aceptarlos tal y como los conocemos, transformarlos o, sencillamente, cancelarlos por completo de nuestras vidas.
En esta conferencia haremos honor a la memoria histórica de las mujeres como sujetos espirituales y construiremos conocimiento acerca de las divinidades femeninas del pasado.
Necesidades técnicas en modalidad presencial: proyector y ordenador con amplificación de sonido.
Necesidades técnicas en modalidad online: ordenador con conexión a Internet y una cuenta en Facebook.
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